Madrid | viernes, 29 de junio de 2018 h |

En Italia, ocho de cada diez fármacos dispensados en la oficina de farmacia son genéricos, haciendo que sólo el 20 por ciento de los pacientes elijan el medicamento de marca. Esto se debe a la normativa italiana que permite a los pacientes elegir qué medicamento adquieren, siempre y cuando abonen la diferencia.

Según datos publicados por Fedefarma, el gasto neto en medicamentos financiados de farmacia ascendió a 8.289 millones en 2017, lo que supone una bajada del 1,9 por ciento en relación con 2016. El dato confirma la reducción del gasto farmacéutico público.

Esta evolución se debe a la disminución registrada del 1,2 por ciento en el número de recetas financiadas por el sistema público y a la reducción del 0,7 por ciento en el valor promedio de la receta, como resultado de la bajada en el precio promedio de medicamentos prescritos.

La contribución directa de las farmacias para contener el gasto farmacéutico en 2017 alcanzó cerca de 670 millones de euros.

Cada ciudadano italiano ha retirado en la farmacia un promedio de 18,2 paquetes de medicamentos a ser pagados por el NHS, con un precio promedio de 9,42 euros (9,48 euros en 2016).

Hay que recordar que el descuento a cargo de la farmacia tiene un carácter progresivo conforme aumenta el precio de la receta, haciendo que los márgenes reales de farmacia sean regresivos con respecto al precio. Las farmacias rurales subsidiadas y las pequeñas farmacias del sistema de salud con bajos ingresos se benefician de una reducción en el descuento.

En general, los ciudadanos abonaron más de 1.500 millones de euros en recetas, de los que más del 67 por ciento (según datos de AIFA) se debe a la diferencia de precio en comparación con el medicamento genérico equivalente menos costoso.

A nivel nacional, el porcentaje de envases de medicamentos genéricos sobre el total suministrado que está financiado por el sistema público fue superior al 80 por ciento, mientras que el gasto relativo supera el 61 por ciento del total.