Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 02 de diciembre de 2016 h |

Jarro de agua fría sobre el sector del genérico. La versión 2016 del informe Health at a Glance de la OCDE reconoce que el desarrollo de los genéricos incrementa la eficiencia en el gasto farmacéutico, pero a la hora de bajar al terreno concreto sus recetas se alejan mucho del acceso a los medicamentos y de la sostenibilidad a largo plazo. En su lugar se centra en una visión economicista y cortoplacista, según han criticado las patronales española y europea de los medicamentos genéricos, que no refleja la realidad del sector, ni su aportación real, ni contempla medidas para favorecer su desarrollo.

Especialmente matizable es, según Aeseg, la evolución que la OCDE muestra sobre el sector en España, al asegurar que ha pasado de cuotas del 3 por ciento en el año 2000 a cifras del 48 por ciento en volumen y del 22 por ciento en valores en 2014. Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de la patronal, precisa que esas cifras hacen referencia al mercado reembolsado, no al global. La suma público/privada sigue indicando, según Aeseg, que España está “atascada” en cifras del 40 por ciento, por debajo de la media europea.

Además, continúa De la Cuerda, España no ha avanzado precisamente desde 2014. A diferencia de otros países de su entorno, el Ejecutivo español no ha hecho nada, según la patronal, que favorezca el desarrollo del genérico. Aeseg insiste en la necesidad de diferenciar precios sobre la marca y de marcar un tiempo razonable entre la llegada del genérico al mercado y su entrada en el sistema de precios de referencia… Esta espera no tiene nada que ver con la prima por dispensación aprobada en Portugal o el acuerdo al que se ha comprometido Francia a favor del sector, dos medidas que han elevado la penetración del genérico hasta cifras muy por encima de las que les adjudica la OCDE. “La realidad no es la del informe. España está por debajo de la media y está parada desde hace dos años mientras que otros países han tomado medidas”, concluye Rodríguez de la Cuerda.

El precio más bajo posible

Además de discrepar con las cifras de penetración, el sector también ha reaccionado ante la filosofía de la OCDE en relación a los genéricos. Aeseg y Medicines for Europe no están para nada de acuerdo con la idea de promover “el precio más bajo posible” para estos productos. “Hay un límite, una línea roja que se llama umbral mínimo de rentabilidad, y que determina el riesgo de que los fabricantes no puedan seguir produciendo y se produzca un deslizamiento a tratamientos más costosos”, explica Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda.

Precisamente, Aeseg trabaja con la Administración en España en una propuesta para sacar del Sistema de Precios de Referencia una serie de productos con umbral mínimo comprometido, como pueden ser los antibióticos, para garantizar su continuidad en el mercado. Pero el problema no se da solo en nuestro país. “El nivel de los precios de los genéricos en Europa y en España está alcanzando niveles peligrosos que ponen en riesgo la continuidad de productos en el mercado —critica Aeseg—. No estamos estamos de acuerdo en que sea una carrera sin fin hacia abajo”.

A ello también se refiere Adrian van den Hoven, director general de Medicines for Europe. En un comunicado, la patronal resalta que las políticas de contención de costes de los genéricos no han tenido un impacto significativo sobre los presupuestos sanitarios, ya que el gasto en genéricos supone entre el 2 y el 3 por ciento. “Nuestros medicamentos están destinados a servir a las necesidades de los pacientes, no a las políticas de austeridad”, sentencia.

En este sentido, ambas patronales cargan también contra el mensaje de la OCDE en relación a las subastas. Aeseg critica que, en lugar de enfocar esta herramienta como un modelo que la mayoría de países ha decidido no adoptar (debido entre otras cosas a los riesgos de desabastecimientos que conlleva), la OCDE haya optado por resaltar su éxito en dos países: Alemania y Países Bajos.

Incluso en Alemania, añade Medicines for Europe, el ‘Farmadiálogo’ mantenido entre el gobierno y el sector ha dejado constancia de que las subastas aumentan el riesgo de desabastecimientos. Por ello, la patronal recuerda también que los “ejemplos más extremos de desabastecimientos se encuentran en países con políticas de precios insostenibles”.

La percepción de profesionales y pacientes

La visión que la OCDE muestra sobre los genéricos tiene también otro contrapunto, más allá del expresado por las patronales del sector. Tanto los profesionales sanitarios como los pacientes creen que los medicamentos genéricos juegan un papel fundamental como herramienta de acceso. Así se desprende de la encuesta Ships 2016, realizada por Sandoz, entre unas 7.000 personas y 400 profesionales sanitarios de 12 países: Australia/Nueva Zelanda, Brasil, Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Suiza, Turquía y Estados Unidos.

El objetivo de la encuesta era determinar qué percepción existe sobre las necesidades sanitarias que existe en los países industrializados y la manera en que los sistemas de salud están respondiendo a ellas. En última instancia, las respuestas recabadas no sólo hacen referencia a los genéricos como herramienta de acceso, sino a la necesidad de aumentar la información sobre ellos. En los países de altos ingresos, más de la mitad de las respuestas de los usuarios incidieron en el que el acceso a los medicamentos en general es bajo. En particular, los pacientes quieren conocer más acerca de opciones de tratamiento más asequibles, particularmente genéricos. La percepción de los expertos de estos países es aún peor. Para ellos, el acceso a los medicamentos es todavía más bajo de lo que los pacientes creen.

Más concretamente, los pacientes exigen más información sobre sus patologías y sobre los tratamientos. La encuesta sugiere que no están encontrando las respuestas apropiadas a sus preguntas. El 62 por ciento de las personas y el 74 por ciento de los expertos opina que el acceso también es bajo en cuanto a información en su país. De manera importante subrayan que aquellos que más carencias informativas sufren son las personas de más mayor, así como quienes sufren dolencias crónicas… Y es algo, añaden, que no se arregla con más visitas al médico. La perspectiva es similar para los profesionales. Ellos mismos creen que los pacientes necesitan saber más sobre los beneficios y efectos secundarios de los tratamientos.