Ainhoa Muyo Madrid | viernes, 05 de julio de 2019 h |

Que la farmacia ha cambiado no es ninguna novedad. Los servicios que se ofrecen a los pacientes han evolucionado y han dado lugar a nuevas categorías, como la Dermatología o la Fitoterapia, permitiendo la diferenciación de las boticas a través de la especialización, algo de lo que los titulares de farmacia son cada día más conscientes. De esta forma se recoge en el Informe sobre el sector de las oficinas de farmacia 2018, realizado por la Asociación Madrileña de Asesores de Farmacia (AMAF).

Para ayudar en este proceso, las boticas han empezado a implementar un importante proceso de digitalización con programas que pueden ayudarles en esta tarea. En este sentido, existen herramientas compatibles con el software de la farmacia que permiten una mejor interacción y relación con el paciente ayudando a mejorar la estrategia de orientación, el aumento de su satisfacción y, por tanto, la fidelización hacia la farmacia.

Estas herramientas, denominadas CRM (Customer Relationship Management), permiten segmentar la información por diferentes criterios y ayudar a planificar las estrategias según los perfiles de los clientes para marcar así objetivos de proyección de ventas y fidelización. De esta forma, el paciente se siente más vinculado con la farmacia, que mejora y particulariza su experiencia de compra para favorecer e incitar al cliente a repetir nuevas y futuras adquisiciones.

Venta activa versus venta-consejo

La diferenciación de la oficina de farmacia también puede venir dada por la exclusividad que aportan algunos servicios como un horario que se adapte a las necesidades de la población o una certificación de calidad que ofrecer al cliente.

Todos estos servicios favorecen el reconocimiento del paciente hacia la farmacia como centro enfocado al cuidado y mantenimiento de la salud y el bienestar, siempre adaptados a las características de cada paciente, lo que permite enfocar el desarrollo de la farmacia asistencial en los clínico y lo farmacoterapéutico.

Este proceso de cambio y diferenciación de la farmacia tiene el objetivo de otorgar un valor añadido y diferencial a las boticas a través de un consejo y seguimiento adecuados para el paciente, pasando de una venta activa a o una venta-consejo.

Por ello, desde las asesorías de farmacia se recomienda que se realice esta especialización en servicios en los que se haya realizado una formación previa y se pueda dar una atención óptima.