NIEVES SEBASTIÁN Madrid | viernes, 30 de agosto de 2019 h |

Hace unas semanas se hacía público que una joven había fallecido como consecuencia, presuntamente, del consumo de ácido lipoico como complemento alimenticio. Este compuesto se encuentra de manera natural en determinados alimentos, por lo que no suele recomendarse recurrir a complementos para obtener esta sustancia. Una de las propiedades más populares de este producto es que favorece la pérdida de grasa.

El consumo recomendado de ácido lipoico oscila entre los 300 y los 600 miligramos al día, por lo que, en caso de confirmarse que el fallecimiento está relacionado con la ingesta de esta sustancia, habría que dilucidar si la joven la habría consumido en dosis excesivas. Hasta el momento, se han registrado otros dos casos similares: el de una mujer que sufrió una intoxicación por consumir alrededor de 18 gramos, y el de una niña de 14 años que se estima que habría tomado unos seis gramos. Los expertos llaman la atención sobre la necesidad de recurrir a canales de venta adecuados para poder adquirir estos productos en condiciones de seguridad y, además, animan a pedir el consejo de los farmacéuticos (que cada vez cuentan con una mayor formación en materia de nutrición, según los últimos datos) en caso de que surja alguna duda sobre su consumo.

A raíz de este suceso, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), dependiente del Ministerio de Sanidad, Bienestar y Consumo, lanzaba un decálogo de buenas prácticas a la hora de adquirir complementos alimenticios. Y precisamente, uno de los aspectos sobre el que ponen el foco es el de adquirir estos productos a través de canales fiables como las oficinas de farmacia; además, al acudir a una farmacia, el cliente puede despejar cualquier duda que le surja para poder consumirlos en condiciones de seguridad.

De hecho, uno de los aspectos sobre los que se ha llamado la atención por las consecuencias que ha tenido este caso, es la necesidad de regular productos como el ácido lipoico, actualmente de venta libre y que, en altas dosis, puede tener un impacto negativo sobre la salud de aquellos que los ingieren; la advertencia sobre las dosis también se incluye en las recomendaciones de la agencia de seguridad alimentaria.

Entre los principios que se incluyen en este decálogo, relativos a su consumo, la agencia remarca la importancia de no utilizarlos como sustituto de una dieta equilibrada, insta a que se controlen las dosis adecuadas para cada producto y pide que se preste atención a los componentes de los productos que se adquieren por si se tuviera alergia o intolerancia a alguno de ellos. Además, remarcan la necesidad de evitar todos aquellos complementos que se promocionen como ‘productos milagro’ puesto que pueden poner en peligro la salud, y recuerdan que el hecho de que los productos tengan como reclamo su origen natural, no es sinónimo de que sean eficaces ni seguros.

En cualquier caso, ante cualquier tipo de duda sobre su composición o las posibles interacciones, desde Aecosan animan a acudir a un profesional médico que ofrezca asesoramiento y ayude a eliminar riesgos innecesarios.