Ángela de Rueda Madrid | viernes, 14 de octubre de 2016 h |

Como ‘vendía’ un anuncio publicitario de hace algunos años, ‘la potencia sin control no sirve de nada’, pues bien, las acciones sin un plan que las guíe, tampoco. Este es el mensaje que se transmitió en el V Foro Farmagestor, organizado por la consultora de gestión de farmacias Spin Pharma. La visión empresarial cobra cada vez más fuerza, en un entorno de negocio cambiante. En esta línea, conviene saber cuáles son los principales errores que cometen las oficinas de farmacia y que les impiden ser todo lo competitivas que necesitan.

Por un lado, planificar los objetivos es una de las primeras tareas que debería realizarse. En este sentido, Víctor García, director de proyectos de Spin Pharma, considera que no hay una reflexión inicial acerca de dónde quieren llevar su farmacia. Si bien las ven como un lugar donde se venden medicamentos, y son conscientes de que tienen que ir redirigiendo esa función, “porque no les queda otra en el entorno actual”, por el contrario, “no reflexionan en base a que van a ir modificando esa misión de su botica”.

Así, la ausencia de un plan, hace que las boticas evolucionen por inercia, en lugar de seguir unos parámetros elaborados inicialmente. De esta forma, aunque los farmacéuticos son expertos en medicamentos, no lo son tanto de la gestión de su establecimiento farmacéutico. Según el consultor, “en ocasiones, la falta de conocimiento a nivel de gestión para controlar esas acciones o planes hace que éstos se abandonen al poco de ponerlos en marcha”.

Asimismo, en la mayoría de las ocasiones, la ausencia de comunicación y de no integración del equipo de la farmacia en las ideas o soluciones hace que no puedan ayudarle en lo que se había propuesto el farmacéutico. Para ello, la formación empresarial es una de las asignaturas pendientes de los boticarios. Así lo plantea Sergio Marco, presidente del COF de Castellón, que además se ha formado en gestión, contabilidad y marketing. “Aunque no nos guste, esto es una empresa que hay que gestionar, así que lo primero es formarnos”, apunta.

Una vez formados, hay que ver cómo va el negocio, y después” ver qué tipo de cliente tengo y qué productos, porque no se puede tener de todo”, explica Marco. Para ello, la fidelización es la clave, esto implica conocer a los clientes y hacerles un seguimiento. Después hay que organizar y segmentar esos datos. Esto , según Marco, permite dar a los clientes el producto que realmente necesitan.

Enredados en Internet

En el ámbito digital, “las farmacias no saben qué hacer, las empresas les acosan y se dejan llevar por lo que les recomiendan”, según identifica Víctor García, mientras que “lo que hay que hacer primero es ver qué quiero”. En este aspecto, la apuesta económica es otro de los factores a tener muy en cuenta de cara a estar presente en Internet. La farmacia debería ser consciente de que “tener éxito a nivel online requiere invertir recursos económicos y no todas las farmacias están dispuestas a invertir lo que se necesita para tener una estrategia digital exitosa”, apunta el asesor.

Lógicamente el farmacéutico, a excepción del que se haya formado por su cuenta, tampoco ha recibido formación digital. Esa es una de las razones por las cuales, el que no tiene claro hasta qué punto estar en Internet, recurre a empresas externas, que lo hacen de una manera muy tibia. “Al final, quien lleva la farmacia no está marcando la estrategia online”, plantea García. Esto lleva a situaciones de incoherencia en su portal web con el punto de venta físico, “porque no es el farmacéutico el que está controlando qué imagen se transmite al mercado”, añade. Como solución Víctor García propone “contar en el equipo de la farmacia con alguien que sepa lo que quiere y que le ayude a incrementarlo”. Aunque se puede acudir a terceros para la ejecución, no en la parte de decidir a nivel estratégico, según el consultor, para evitar así que se replique lo mismo que se hace en otras farmacias.