El Global Madrid | viernes, 16 de noviembre de 2018 h |

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es un concepto cada vez más instaurado en las políticas y estrategias de las grandes compañías de todos los sectores. Sin embargo, en contra de lo que pueda parecer, no es un concepto exclusivamente ligado al tamaño o recursos humanos, económicos y/o temporales de una entidad. También es posible que pymes como son las oficinas de farmacia implanten políticas de RSC.

“Aunque términos como medio ambiente o derechos humanos nos puedan parecer muy grandilocuentes y desvinculados de un pequeño negocio, no es así. La RSC es preocuparse del entorno que rodea a la empresa con pequeños gestos en el interior y hacia el exterior que, a la vez, configuran nuestra imagen de marca”, apuntan desde el despacho especializado Gómez Córdoba Abogados.

Precisamente, este bufete ha elaborado un listado de posibles medidas a tomar por el titular de oficina de farmacia para aplicar la RSC en el día a día del establecimiento. Todos ellos son “pequeños gestos en el interior y hacia el exterior que, a la vez, configuran la imagen de marca de la farmacia”, apuntan.

Entre las actuaciones puertas adentro del local, Gómez Córdoba expone como algunos ejemplos comercializar productos de parafarmacia no testados en animales (o bien que no tengan origen animal), usar energías renovables, colaborar con ONG’s o apoyar campañas de recogida de ropa o alimentos poniendo un punto de recogida en la botica.

Mientras, en las referentes al exterior, se señalan algunas como acudir al trabajo en transporte público o bicicleta (si es posible) o trabajar con banca ética. “Son pequeños gestos que no suponen mucho para la farmacia pero que dan al negocio una identidad que representa los valores de los que forman parte de ella. No son acciones que deban hacerse de cara a la galería, pues el objetivo de la RSC no es buscar un retorno inmediato; pero una imagen social honesta acaba por mejorar la reputación y fidelizar”, indican.

Ahora bien, desde Gómez Córdoba se recuerda que hay que aplicar la RSC correctamente, lo cual pasa por respetar la legislación vigente y una serie de “principios”. Por ejemplo, apostar por la globalidad y transversalidad, de forma que la RSC “esté presente en todas las áreas del negocio”. Igualmente, hay que ser coherente y consciente de que “este es un esfuerzo que hay que mantener” y no ser ‘flor de un día’.