Medical Science Liaison de Wecare-u | viernes, 13 de septiembre de 2019 h |

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria sistémica crónica que afecta principalmente a la piel y está considerada el tipo de eccema más frecuente y grave. En nuestro país su incidencia se ha triplicado. Según datos de la Asociación de Afectados por la DA (AADA), oscila entre el 1 y el 3 por ciento de pacientes adultos en sus diferentes grados de severidad y un 0,083 por ciento la sufre con carácter grave.

Desde la asociación subrayan que en nuestro país alrededor de 30.000 adultos presentan la forma más grave con importantes síntomas y brotes exacerbados que confluyen en una enfermedad que consideran invalidante.

Un artículo publicado en EDS repasa el impacto de esta enfermedad y aporta fórmulas para mejorar su abordaje, a partir de las conclusiones del documento del grupo de trabajo “Dermatitis atópica: del diagnóstico a la definición de una ruta asistencial”.

Entre otras conclusiones, destacan la necesidad de crear un registro de DA en adultos y conocer la prevalencia real de la DA moderada y grave en este grupo de población.

También abogan por realizar campañas de sensibilización a escala social y entre los profesionales sanitarios.

La elaboración de guías de práctica clínica consensuadas, el desarrollo de un protocolo de actuación y de comunicación entre profesionales sanitarios, la definición de una ruta asistencial, la creación de un documento con criterios diagnósticos definidos, así como el establecimiento de un registro de pacientes con DA a nivel nacional constituirían otras medidas de intervención relevantes.

Con respecto al arsenal terapéutico, coinciden en que los tratamientos sistémicos actuales para tratar la DA (corticoides e inmunomoduladores) presentan una eficacia limitada y se encuentran restringidos por cuestiones de seguridad. Durante los últimos 30 años, los pacientes con DA severa han recibido tratamiento combinado tópico y sistémico, aunque debido a los efectos secundarios eran interrumpidos lo que hacía que las respuestas fueran parciales.

Varias guías sobre dermatitis han incluido los tratamientos biológicos como un nuevo enfoque terapéutico. Estos nuevos fármacos disminuyen el coste a largo plazo de modo significativo. Un ejemplo es dupilumab, el único fármaco con indicación autorizada y pendiente de comercializarse en España.

Los expertos manifiestan que estos tratamientos suponen una buena alternativa terapéutica a largo plazo, por su mayor eficacia y su buen perfil de seguridad en casos de DA moderada-grave; sin embargo, desde la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), recalcan en que es muy importante un seguimiento de los pacientes, tanto de la eficacia como de la seguridad a largo plazo y de la adherencia al tratamiento.

Los médicos de atención primaria reivindican que es fundamental que se les proporcione información y formación sobre estas nuevas terapias, así como de sus efectos adversos.


Los tratamientos sistémicos actuales para tratar la dermatitis presentan una eficacia limitada



Dupilumab, el único fármaco biológico con indicación autorizada, es una de las novedades terapéuticas


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