Sandra Pulido Redactora de GM | miércoles, 17 de abril de 2019 h |

La Sociedad Española del Dolor (SED) cifra la prevalencia del dolor entre el 17 y el 28 por ciento de toda la población. Esto quiere decir, que uno de cada cinco españoles sufre en algún momento de su vida dolor crónico. En relación a la edad, la mayor parte de los pacientes que acuden a las unidades especializadas tienen entre 47 y 58 años, estando el 70 por ciento en edad laboral. Sin embargo, el 89 por ciento presenta una limitación muy importante para continuar trabajando. Por su parte, las estimaciones sitúan que el dolor crónico le supone al estado 16.000 millones de euros anuales.

Pero, debido a que el 40 por ciento de los pacientes no obtienen un control adecuado de su caso, el promedio de días laborales perdidos por dolor en España hace que sea de 16,8 al año. “En el dolor, la mayor parte del gasto viene por los costes indirectos. El coste derivado de la incapacidad para trabajar supone el 90 por ciento. El resto son costes directos derivados de la atención medica y del gasto en farmacia”, subraya a EDS Miguel Ángel Caramés, miembro de la Junta Directiva de la SED. El estudio ‘Costes del tratamiento del dolor versus no tratamiento. Aproximación a la realidad de Portugal y España’ describe a la lumbalgia como la principal causa de gasto público por conceptos asistenciales y laborales. La padece en algún momento de la vida hasta el 80 por ciento de la población y ocasiona en el país dos millones de consultas por año en atención primaria. Es la causa más frecuente de incapacidad laboral en individuos menores de 50 años. El impacto económico de la lumbalgia en el sector laboral español entre los años 2000 y 2004, reveló que supone el 12,54 por ciento del total de bajas laborales y que el coste medio anual por jornadas no trabajadas se cifra en más de 162 millones de euros, el 10,6 por ciento del dinero gastado en el total de incapacidades transitorias. Los programas integrales desarrollados en los centros multidisciplinares de tratamiento del dolor son más costes-efectivos y costes-beneficiosos que los tratamientos tradicionales o aislados.


Debido al mal control de los pacientes, el promedio de días laborales perdidos por dolor en España hace que sea de 16,8 al año