Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 08 de noviembre de 2019 h |

Lo que empezó con un ataque al sistema farmacéutico terminó por convertirse en un alegato a favor del actual modelo de I+D y en un reconocimiento a la labor de la industria farmacéutica y a las dificultades con las que se encuentra. Pocas veces del voto negativo a una PNL se ha extraído un mensaje tan importante para el sector, como el que ha dejado el rechazo de la Asamblea de Madrid a la propuesta de Más Madrid de crear una empresa farmacéutica pública en la región.

La respuesta del Pleno a la que también es una de las propuestas estrellas de Íñigo Errejón, candidato de Más País a las elecciones generales, ha sido de 23 votos a favor (los de Más Madrid y Unidas Podemos-IU-Madrid en Pie) frente a 67 en contra (PP, Ciudadanos y Vox) y 37 abstenciones (PSOE).

La propuesta, presentada por Mónica García, tenía dos objetivos fundamentales: abordar la “escalada de precios” que, según la diputada de Más Madrid, “está poniendo en jaque a los sistemas nacionales de salud” y hacer frente al desabastecimiento de medicamentos, una situación que el grupo achaca exclusivamente por la baja rentabilidad que el modelo ofrece a las empresas farmacéuticas, algo que contradijeron todos los portavoces, salvo Vanessa Lillo, de Podemos.

Ni siquiera el más tibio a la hora de plantear su posición, el grupo socialista, defendió el argumento de la proposición. “Un país como el nuestro tiene armas suficientes para hacer frente a estos problemas”, dijo José Manuel Freire, que añadió: “No excluímos la idea de que se pueda tener una o varias empresas públicas, porque ya existe en varios países, pero sí apoyamos, como está estudiando el Gobierno, la idea de potenciar el centro militar de farmacia como medio propio en caso de que sea necesario”, añadió el portavoz socialista.

Motivos para el ‘no’

Las valoraciones del resto de grupos fueron bastante más incisivas. Frente a las críticas al modelo de I+D y al esfuerzo investigador de la industria farmacéutica, PP, Ciudadanos y Vox reclamaron, para empezar, una memoria económica.

“Lo cierto es que en las enfermedades poco frecuentes se concentran inversiones notables privadas potenciadas por incentivo público. Lo cierto es que la inversión de la industria farmacéutica es de un enorme volumen, de un altísimo riesgo y de muy largo alcance. Poner un medicamento en el mercado cuesta 2.500 millones de euros en un plazo medio de 12 años. ¿Está en condiciones la Comunidad de Madrid de hacer una inversión semejante?“, planteó Diego Sanjuanbenito, diputado del PP. A su juicio, es preciso seguir potenciando la investigación biomédica, pero destacó que para eso se ha creado precisamente Biomad, para que todos los esfuerzos “remen en la misma dirección”.

Tampoco Ciudadanos ve factible una propuesta que, a su juicio, parte de varias premisas irreales. La primera, en relación a los desabastecimientos, ámbito en el que la formación recordó que es un problema global y que por tanto necesita de soluciones comunes a todo el SNS y en coordinación con el resto de países de la Unión Europea. La segunda, en relación al gasto que supondría el trabajo de esa empresa. “Dan por hecho que la fabricación de los genéricos tiene un coste muy bajo, pero no es cierto, ”, dijo Enrique Veloso. La tercera, en relación a los precios, aún más bajos, que pide la propuesta. “¿Usted cree de verdad que hay un margen para reducir más el precio de estos medicamentos?”, planteó el diputado de Ciudadanos, que dejó claros cuáles deben ser, a su juicio, los deberes a acometer: “Lo que hay que hacer es mejorar la eficiencia del gasto, potenciar las centrales de compra y negociar buenos acuerdos marco con la industria”, declaró.

Con él coincidió José Luis Ruiz, de Vox, que recordó que el lugar de España con mayor volumen de desabastecimientos es Andalucía, a causa de las subastas. “¿Quiere acabar con los desabastecimientos? Cierre acuerdos con las empresas suministradoras a precios dignos y con formatos abiertos”, indicó.