El Global Madrid | miércoles, 23 de octubre de 2019 h |

“Este gobierno no tiene ninguna previsión de hacer recortes en materia de sanidad”. Así de rotundo se ha mostrado el consejero de Sanidad de Sanidad de Cantabria, Miguel Rodríguez, ante el Pleno regional y en respuesta a una pregunta del diputado del PP César Pascual.

El origen de esta pregunta está en la advertencia lanzada el pasado 14 de agosto por el Ministerio de Hacienda a varias comunidades autónomas, entre ellas Cantabria, y relativa al riesgo de no cumplimiento de las reglas fiscales del ejercicio 2019, y en las medidas correctoras impulsadas por el Gobierno regional. En este sentido, la reclamación del consejero de Sanidad a la oposición fue clara: “No llame recortes a una simple reasignación de créditos presupuestarios que es una correcta medida de gestión”, afirmó Rodríguez.

Previamente, el consejero había asegurado que, en el ámbito de la sanidad, “los créditos presupuestarios iniciales son siempre inferiores al gasto real del ejercicio debido fundamentalmente a la inversión en medicamentos y en innovación terapéutica por lo tanto en ningún caso procede hablar de recortes sino todo lo contrario”. En este sentido, no sólo defendió los créditos actuales del departamento, sino que recordó los “recortes” puestos en marcha en Cantabria entre los años 2011 y 2015.

A modo de ejemplo, Rodríguez mencionó las medidas aplicadas en el ámbito de los derechos laborales de los profesionales, en las plantillas o en relación con los beneficiarios del sistema sanitario; el aumento de la lista de espera sanitaria durante la gestión del PP.

El PP, por su parte, asegura que “han desaparecido” más de ocho millones del presupuesto para infraestructuras y “medio millón” de euros en el programa de vacunación y que se han reducido “noventa partidas presupuestarias”, algunas hasta “la mitad”, según César Pascual. A ello se suma, según el diputado del PP, que Cantabria sea la segunda comunidad autónoma “más morosa”, con una demora media de 71 días frente a los 59 de antes, o el hecho de que su deuda con el sector de la tecnología sanitaria haya aumentado por encima de los 100 millones.