Alberto Cornejo Valencia | viernes, 08 de noviembre de 2019 h |

Quizá no sea suficiente por sí solo (no lo es) para solventar los problemas del colectivo —ni tampoco está en su mano— pero hay gestos que deben valorarse. Este sería el caso de la especial sensibilidad que muestran determinadas corporaciones como es el COF de Valencia hacia los colectivos más vulnerables: los farmacéuticos rurales titulares de boticas VEC (Viabilidad Económica Comprometida).

Una sensibilidad mostrada por dos vías. Una de ellas ya está vigente y pasa por la denominación dada a la vocalía colegial que representa a este colectivo, la cual cuenta con una significativa ‘coletilla’: Vocalía de Farmacia Rural y VEC. La otra entrará en vigor en enero de 2020 y pasa por la decisión de adelantar las cantidades económicas que reciben de la Generalitat por la aplicación de un índice corrector a su baja facturación pública (<200.000 euros anuales).

Según el sistema actual, la Administración procede a liquidar estas mal denominadas ‘ayudas’ —como se recuerda desde Sefar— en el segundo trimestre de cada ejercicio, aunque estos establecimientos ya hayan recibido meses antes la consideración oficial de VEC. Unas listas de beneficiarias que por ejemplo, respecto a 2019, fueron publicadas en mayo.

El objetivo es “ayudar a aliviar la situación económica de estas farmacias y dar un respiro a unos establecimientos que, no conviene olvidar, son los que sustentan el modelo farmacéutico”, confirma a EG el Vocal de Rurales y Farmacias VEC de la corporación valenciana, Eduardo Miedes. Actualmente, en la provincia de Valencia existen 21 oficinas que no alcanzan una facturación pública mínima.

Respecto al procedimiento que empleará el colegio para saber qué farmacias recibirán la consideración de farmacias VEC y adelantar así el abono, Miedes lo explica: “Se valorará siempre la facturación del año anterior, ya que este es un dato que puede conocer el COF al gestionar las recetas para su pago”. Además, recuerda que “son farmacias con una facturación pública rutinaria y prácticamente permanente cada mes”. Igualmente, Miedes indica que otra parte importante del proceso pasa porque el titular de farmacia VEC afectado —“el cual también conoce sus datos de facturación y por tanto sabe si cumple los criterios”, apuntala— también informe que va a solicitar la aplicación del índice corrector.

Con todos estos datos, las intenciones del COF de Valencia pasan por que en enero de cada ejercicio se ‘adelanten’ estas cantidades y, una vez la Administración las compense a lo largo del ejercicio en curso, se devuelvan a las arcas colegiales. En 2018, las farmacias VEC valencianas recibieron de media en torno a 5.000 euros, lo que, manteniéndose la cifra de 21 boticas VEC, implicaría un adelanto total de cerca de 100.000 euros.