El Global Madrid | martes, 15 de octubre de 2019 h |

Los ciudadanos demandan en la actualidad complementos alimenticios “holísticos”, dirigidos a tratar de forma integral las necesidades de estos, tal y como ha puesto de manifiesto Emma Schofield, senior analyst de Global Science de Mintel, en la jornada Food&Health, organizada por la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp) y a la que han asistido más de setenta profesionales de las compañías asociadas, así como expertos en el campo de los complementos alimenticios, con el objetivo de debatir sobre las nuevas tendencias y los retos de este segmento del sector de autocuidado.

Durante su intervención, Schofield ha destacado como otras tendencias en auge de este sector el desarrollo de complementos alimenticios más personalizados y destinados a la prevención, así como el futuro impulso de nuevos campos que se abren con los estudios de microbioma y que pueden llevar “hacia nuevos productos como los postbióticos”.

En la misma línea, Carles Palanca, de ADM Biopolis, ha puesto de manifiesto la necesidad de seguir investigando en el microbioma humano y, aunque ha admitido que todavía hacen falta muchos estudios, ha asegurado que estamos “en el principio de una nueva era en lo que respecta a la relación entre bacterias y cuerpo humano”.

Durante la jornada, inaugurada por el director general de Anefp, Jaume Pey, y por el presidente del Comité de Alimentos de la asociación, Eduardo González, también se ha analizado el abordaje de la fitoterapia desde la farmacia, incidiendo el profesor de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, Salvador Cañigueral, en la relevancia que tiene la calidad en estos productos de origen vegetal que se utilizan para complementar la dieta.

En este sentido, Cañigueral ha afirmado que los profesionales sanitarios necesitan “buenos productos, que sean adecuados y que se basen en una evidencia científica”, ya que no todos los productos son iguales, “aunque contengan la misma planta” y de ahí la importancia de distinguirlos, tanto por parte de los consumidores como de los profesionales de la salud”.

Según Cañigueral, el proceso de producción de estos productos y su control es lo que va a determinar su calidad y eficacia. En esta línea, ha indicado que factores como “unas buenas prácticas en el cultivo y la recolección de la planta, una gestión sólida y transparente en la cadena de suministro o la trazabilidad” contribuyen a asegurar la calidad de este tipo de complementos alimenticios.

Importancia del enfoque clínico

Por su parte, el profesor de Fisiología de la Facultad de Psicología y Educación de la Universidad de Deusto, Andoni Jáuregui, ha insistido en que el enfoque clínico es imprescindible en la prescripción y la recomendación de los complementos alimenticios. “A la hora de prescribir es importante identificar bien la raíz del problema del paciente. Para conseguir la estrategia de prescripción tenemos que conocer dónde está el desencadenante”, ha señalado.

En su intervención, Jáuregui se ha centrado en el enfoque clínico que debe haber a la hora de prescribir complementos en las diferentes etapas de la mujer, así como otros condicionantes a tener en cuenta. También ha recordado que los complementos alimenticios ni sustituyen a los medicamentos ni son intercambiables, sino que son complementarios. Sus efectos son más lentos y buscan beneficios más fisiológicos.

Disparidades en el reglamento

La jornada ha concluido con la intervención del director de la Cátedra de Regulación Alimentaria de la Universidad Católica de Murcia, Xavier Gómez, quien ha hecho hincapié en las “disparidades” existentes en los distintos países de la Unión Europea a la hora de aplicar el reglamento sobre productos alimenticios. Gómez ha dejado claro que en caso de duda “el derecho comunitario siempre prima sobre el ordenamiento nacional” para garantizar la igualdad en la UE. Sin embargo, ha lamentado que algunos países pretenden “sobreproteger al consumidor”, cuando eso no es lo que busca la normativa.

El concepto de comunicación comercial o el de consumidor medio y el uso de famosos en publicidad son algunos de los elementos donde se encuentran más diferencias entre países, ha concluido Gómez.