Nieves Sebastián Madrid | jueves, 13 de junio de 2019 h |

La compañía farmacéutica Rovi celebró este miércoles su Junta General de Accionistas, en la que dio a conocer los resultados financieros del ejercicio 2018. Entre estos datos, destacan el aumento de los ingresos operativos de la compañía en un 10 por ciento, con un comportamiento especialmente positivo de su división de heparinas, con un incremento en las ventas del 42 por ciento.

Juan López-Belmonte López fue el encargado de abrir la Junta, calificando los resultados de “excelentes” y poniendo en valor la aportación del sector farmacéutico a la sociedad. “La sanidad y el conocimiento científico, son ratios que marcan el bienestar de un país, y los medicamentos son parte de este logro”, afirmó. Según explicó el presidente, “Rovi es sinónimo de I+D”, siendo este segmento uno de los grandes activos de la compañía.

El balance del ejercicio 2018 corrió a cargo de Juan López-Belmonte Encina, consejero delegado de Rovi, quien aseguró que ha sido un “año fantástico” y que “va a marcar lo que es Rovi durante los próximos años”. En cuanto a los datos, destacó que, con los resultados obtenidos en el último año, Rovi duplica sus resultados desde que la compañía saliera a bolsa. La expansión de la actividad de la empresa también ha sido y es clave en su hoja de ruta. “Va a ser año para recordar por internacionalización y penetración en los mercados”, señaló López Belmonte Encina.

Hay varios pilares sobre los que Rovi asienta su crecimiento. Dentro del mercado farmacéutico -que ha registrado un muy buen comportamiento, con un crecimiento del 16 por ciento- se encontraría el primero: las heparinas de bajo peso molecular (HBPM). Este mercado ha crecido en un 42 por ciento, alcanzando los 121,5 millones de euros en 2018. En este segmento destacan las ventas de los biosimilares de enoxaparina (Becat) y Bemiparina (Hibor), que representaron un 40 por ciento del total de las ventas de la compañía.

En cuanto a I+D, desde Rovi se están llevando a cabo dos estudios en la actualidad que desde la empresa consideran que son muy prometedores. El primero es el estudio PRISMA 3, en Fase III, sobre el producto Doria, un antipsicótico inyectable mensual para el tratamiento de la esquizofrenia; los resultados de esta tercera fase han arrojado muy buenos resultados en términos de eficacia y seguridad, por lo que la solicitud de registro ante la FDA está prevista para la segunda mitad de 2019. Por otra parte, y en fases más primigenias, está el estudio Lisa I, para evaluar el perfil farmacocinético de Letrozol, el primer inhibidor de la aromatasa inyectable de acción prolongada para tratar el cáncer de mama hormono-dependiente; desde Rovi esperan poder presentar los resultados de esta etapa en un breve período de tiempo. Estos dos fármacos contarían con una vía de administración a través de la plataforma ISM, una tecnología puntera en liberación de fármacos de manera prolongada.

Respecto a las previsiones de crecimiento, Rovi ha actualizado al alza sus estimaciones para 2019, situando su posible crecimiento entre el 10 y el 20 por ciento. Este cambio en las previsiones se debe al buen comportamiento de Bemiparina, además de las buenas perspectivas de la enoxaparina. Otros movimientos estratégicos, como la decisión de seguir comercializando determinados productos, o la adqusición de otros como Falithrom o Polaramine y el acuerdo de distribución de Tetridar, son los que hacen que Rovi crea posible que pueden optimizar su crecimiento de cara al año que viene.