Sandra Pulido Madrid | viernes, 16 de marzo de 2018 h |

El estudio Odyssey ha demostrado que los pacientes de alto riesgo que recibieron alirocumab (Praluent, Sanofi) añadido a la dosis máxima tolerada de estatinas presentaron un número significativamente menor de acontecimientos adversos cardiovasculares mayores en pacientes con antecedentes recientes de síndrome coronario agudo (SCA), como infarto de miocardio. José Tuñón, coordinador nacional del estudio y jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Hufjd) explica las claves de este ensayo clínico.

Pregunta. ¿Qué es lo más destacado que han observado en el estudio Odyssey?

Respuesta. Se ha visto que el alirocumab, que es un inhibidor de PCSK9, es un fármaco que baja el colesterol en un 50 por ciento y es seguro. Luego lo más importante es que los pacientes que acaban de tener un SCA reducen la incidencia de eventos cardiovasculares. Y no solamente eso, sino que llega a disminuir la incidencia de mortalidad total. Ya si nos vamos a un subgrupo de pacientes que tenían el colesterol malo, es decir el colesterol LDL, especialmente elevado (por encima de 100), estos datos son todavía más claros. Revelan que la incidencia de eventos cardiovasculares se reduce en un 3,4 por ciento en valores absolutos. Y la disminución de la mortalidad total es mucho más clara en un 1,7 por ciento en valores añadidos. Entendemos que nuestros datos son muy importantes porque confirman ya a este tipo de fármacos en lo que es la prevención secundaria de la enfermedad cardiovascular.

P. ¿Qué es lo que aporta el alirocumab en el abordaje cardiovascular?

R. El alirocumab lo que nos aporta ahora es la información de que esta clase farmacológica va muy bien en pacientes que acaban de tener un SCA y tienen el colesterol muy bien controlado conforme a las vías actuales, utilizando fundamentalmente estatinas. Esto hasta ahora no se sabía y se ha visto que este grupo que está estrictamente controlado todavía se beneficia más si añadimos este tipo de medicamentos.

P. ¿Y en el resto de los pacientes?

R. Este fármaco se podría utilizar en los pacientes que tienen problemas de ateroesclerosis, enfermedad coronaria previa o arteriopatía periférica. Todos los pacientes que tiene el colesterol LDL por encima de 70 , este tipo de fármacos se podría aplicar. Otra cosa a la que nos estamos enfrentando es a las restricciones económicas. Razón por la cual se están buscando a aquellos pacientes de especial riesgo donde pueda aportar más beneficio.

P. ¿Es ya habitual el uso de este medicamento en la práctica clínica?

R. En la práctica clínica se está utilizando relativamente poco. La primera razón es que hasta ahora solo había un gran ensayo clínico con otro fármaco de esta familia y la otra es su elevado precio. Estos fármacos no se dan en la farmacia sino que son proporcionados por los propios hospitales. Y los hospitales tienen algún comité o persona encargada de dar el visto bueno a estos medicamentos. Entonces al no ser tan fácil como hacer una receta con la que el paciente vaya a la farmacia, para el médico supone también una cierta política de disuasión. Ahora a los médicos nos va a tocar hacer presión sobre la administración para que se vayan rebajando las exigencias o los criterios que permitan recetar estos fármacos. Muchos médicos deciden no recetarlos y por eso estas terapias están siendo infrautilizadas.