Marta Riesgo Madrid | viernes, 15 de marzo de 2019 h |

Más allá de abrir el debate sobre la necesidad de aumentar la financiación para poder dar acceso a todas las innovaciones que llegan en el campo de la oncología, los expertos reunidos en el VII Foro de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (Fundación ECO), insistieron en la necesidad de adoptar un nuevo modelo de relaciones entre comunidades autónomas que garantice la equidad tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de estas patologías.

La llegada de la medicina de precisión y de tratamientos complejos, como pueden ser las terapias CAR-T, hace imposible, tal y como explicó el presidente de la Fundación Weber y profesor titular de la Universidad de Castilla La-Mancha, Álvaro Hidalgo, que todas las comunidades tengan capacidad de diagnóstico y tratamiento de forma adecuada. La solución, explica Hidalgo, no es otra que un mayor entendimiento entre administraciones para establecer flujos financieros correctos en todo el SNS; un punto de vista compartido por el gerente del Hospital Severo Ochoa de Madrid y secretario de la Agrupación Territorial SEDISA Madrid, Domingo del Cacho, quien considera que ha llegado el momento de abordar este cambio en los procesos de los 17 sistemas sanitarios porque, de lo contrario, apuntó, “esta revolución nos pasará por encima”.


Establecer flujos financieros entre comunidades se perfila clave para dar acceso a las nuevas terapias


Uno de los principales problemas en este sentido responde a las diferencias en materia de financiación entre comunidades. Para Manuel Vilches, director general del Instituto para el Desarrollo e Integracióin de la Sanidad (IDIS), “hay comunidades que ni tienen tamaño, ni capacidad” para dar acceso a todo lo que está llegando. Por todo ello, aboga por la creación de un organismo supracomunitario que cuente con una gran presencia profesional y con capacidad de influir en el ámbito de la financiación.

En materia de financiación sanitaria, el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, llamó a “reflexionar seriamente sobre la evolución del modelo sanitario ante los nuevos desafíos”. Así, explicó que, mientras han aumentado casi un 50 por ciento los pacientes crónicos en el último lustro, la inversión en sanidad pública ha caído del 6,5 por ciento del PIB en 2010 al 5,9 por ciento en 2018. “Hay muchas voces sensatas que entienden que debemos aproximarnos al 7 por ciento; debemos lograrlo en los próximos años”, señaló.

Más allá de demandar una mayor financiación, Mariano Provencio, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón y jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro, puso sobre la mesa la necesidad de apartar la expresión gasto para incorporar la de inversión pues, señaló, se obtiene un retorno de esa inversión sanitaria. Un punto compartido por la presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Ruth Vera, quién recordó que, actualmente, son pocos los estudios que vayan más allá del gasto del tratamiento y que analicen los costes asociados para poder obtener una visión más real del valor que aportan las innovaciones que llegan a los hospitales españoles.

Precisamente la necesidad de avanzar hacia un modelo basado en la medición de resultados en salud es un punto compartido por todos los ponentes del encuentro, que destacaron la necesidad de apostar por modelos innovadores basados resultados para dar acceso a las innovaciones.


Expertos piden más inversión y apuesta por la eficiencia en oncología


Por su parte, Sellés quiso enviar un mensaje tranquilizador en lo que se refiere al acceso a las terapias que están por llegar. “Nos hemos enfrentado a innovaciones transformacionales sin poner en riesgo la sostenibilidad y hemos hallado soluciones innovadoras para ello”, dijo. Un ejemplo de ello, añadió, fueron las nuevas terapias contra la hepatitis C, que han permitido tratar y curar a la gran mayoría de pacientes “a un coste asequible”. En esta línea, Sellés insistió en que el gasto público en medicamentos en 2018 “estuvo en el entorno del de 2010, y estimamos el crecimiento en los próximos años en aproximadamente el 2 por ciento anual. Y esto es posible porque, si bien llegan innovaciones, también caen patentes, con el consiguiente ahorro”. Con todo, Sellés subrayó la disposición de la industria farmacéutica para colaborar con la Administración y el conjunto de agentes del sector para avanzar en este camino.