Alberto Cornejo Madrid | viernes, 15 de marzo de 2019 h |

Una vez que este lunes 18 de marzo se ha puesto la ‘puntilla’ a la total conexión de Comunidad de Madrid con el resto de sistemas regionales de receta electrónica y se ha conseguido así la plena interoperabilidad en España, desde el Ministerio de Sanidad y las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas ya se han hecho la misma pregunta: ¿y ahora qué? Pues bien, como así lo definió en el recién celebrado Inforsalud 2019 la subdirectora general de Información Sanitaria del Ministerio de Sanidad y coordinadora del proyecto, Luz Fidalgo, el reto ahora pasa por buscar “la interoperabilidad 2.0”.

Esta interoperabilidad 2.0 no es sino trabajar en una evolución de la e-receta y añadir nuevas funcionalidades a la misma, así como “incorporar nuevos servicios y conseguir incidencias próximas a cero”, apunta la representante ministerial. Incluso, ya se maneja un plan estructurado en seis etapas a las que, viendo los precedentes con la interoperabilidad ‘1.0’, convendría no poner plazos. No obstante, los primeros cálculos apuntan al año 2021 para culminar este nuevo proyecto.

Según los planes detallados por Fidalgo, una vez que cualquier farmacia de España puede ya dispensar e-recetas foráneas, en una próximas fase (las tres primeras) el objetivo pasa por una serie de actuaciones sobre los programas de receta electrónica que contemplen, por ejemplo, la incorporación de mensajes de error que permitan al farmacéutico conocer a qué se debe una incidencia con la dispensación a realizar, incluir un sistema web de procedimiento de soporte y un sistema web de contingencia. Unos retos a los que desde el Ministerio se confía en dar respuesta a lo largo de este mismo ejercicio 2019.

Futuras funcionalidades

Tras ello, a lo largo del año 2020 llegarían nuevas etapas en la interoperabilidad 2.0 basadas, ya sí, en dotar de nuevas funcionalidades a esta herramienta.

Por ejemplo, será el momento de ajustar la posibilidad de anular dispensaciones interregiones (que ya tienen implantadas cinco comunidades autónomas para con sus sistemas regionales), el bloqueo cautelar por cualquier razón puntual que lo justifique (que ya está incorporado en la e-receta catalana) o la opción de que el farmacéutico pueda visualizar próximas dispensaciones de pacientes ‘foráneos’.

Una vez apuntalada la interoperabilidad con estas nuevas funcionalidades, sería el turno de “incorporar nuevos productos a la e-receta y la interoperabilidad”, avanza Hidalgo. En este sentido, la responsable del proyecto señala que se dará prioridad a las fórmulas magistrales. En concreto, un catálogo ‘común’ de 106 fórmulas. Actualmente, solo las comunidades autónomas de Cantabria y Castilla y León pueden interoperar con fórmulas magistrales.

Ya en la sexta y última etapa, y a más a largo plazo, se prevé que la ‘interoperabilidad 2.0’ incorpore un “sistema de explotación de datos”, como así lo calificó Hidalgo, que el Ministerio de Sanidad quiere presentar a las comunidades autónomas en este 2019 para ir avanzando en su desarrollo. Son los planes para la interoperabilidad del futuro… Una vez se termine de culminar la interoperabilidad del ‘presente’.