Alberto Cornejo Sevilla | jueves, 26 de diciembre de 2019 h |

En todo lo que tiene que ver con la dispensación de medicamentos en hospitales, no cabe duda que a Andalucía le gusta innovar. Bien sea para mal —como cuando en 2010 traspasó de forma ilegal centenares de medicamentos de DH para su dispensación en estos centros y cuya medida el Supremo obligó a revertir años después— como para ¿bien? Así podría entenderse su última iniciativa.

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha anunciado que está pilotando, en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla, un novedoso proyecto de telefarmacia que tiene como objetivo acercar los medicamentos hospitalarios a los domicilios de los pacientes y evitar así desplazamientos al hospital. Un servicio parecido al que ya se realiza en esta región de manera muy particular —y con algunas salvedades— con apenas varias decenas de pacientes adscritos al Hospital Virgen de la Macarena de Granada.

Esta prestación de telefarmacia se realiza, según las necesidades y preferencias de los pacientes, mediante dos sistemas: dispensación a través de su centro de salud o el centro de elección del paciente y dispensación a domicilio.

En el caso de que el paciente decida recibir la medicación en el centro de salud, la Farmacia Hospitalaria enviará el tratamiento al centro correspondiente y estarán en permanente coordinación tanto para el envío como para el almacenamiento de los fármacos y mensajes de aviso al paciente.

Mientras, en el caso de que el paciente decida recibir la medicación en su domicilio, se acordará el horario en el que desea recibirla y se realizará una consulta de telefarmacia antes del envío. Igualmente, el centro de salud del paciente estará informado en todo momento. En uno y otro caso, desde la consulta de Farmacia, se realizará una atención mensual mediante teleconsulta.

Además, el programa contempla otra vertiente de ‘administración domiciliaria de medicamentos’. En algunos casos, los medicamentos que se administran en el Hospital de Día pueden administrarse con seguridad en el domicilio de los pacientes. En estos casos, el programa contempla que un profesional de enfermería administre el medicamento, previamente preparado en el Servicio de Farmacia del Hospital, en el domicilio del paciente.

Consultas virtuales

Desde mayo de este año, el Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Virgen Macarena, se encuentra asimismo trabajando en un nuevo proyecto de Telemedicina, en concreto se trata del sistema de telefarmacia y dispensación/administración domiciliaria, en los pacientes externos que acuden a consultas externas de Farmacia, y pacientes que se administran medicamentos en el Hospital de Día.

A finales de octubre, el Servicio de Farmacia del Hospital incorporó a este proyecto de telefarmacia, 184 pacientes de diferentes patologías entre las que se encuentran esclerosis múltiple, artritis reumatoide, enfermedad de Crohn, psoriasis, VIH, fibrosis quística y pacientes oncohematológicos, entre otros.

Hasta el momento, se han realizado 13.189 consultas virtuales con su correspondiente envío de medicación, evitando en todos estos casos el traslado del paciente al hospital y su atención presencial. Se estima que los pacientes han evitado en sus traslados alrededor de 31.186 horas.

Además, se ha logrado reducir el stock de medicamentos en el domicilio del paciente. Según los datos iniciales del proyecto, la satisfacción de los pacientes con el nuevo sistema se sitúa en un 98%.

Vuelta de tuerca al debate

La iniciativa de Andalucía invita a dar una vuelta de tuerca al debate sobre el lugar más idóneo para la dispensación de ciertos medicamentos DH a pacientes ambulatorios, en especial en lo que respecta a la renovación periódica de tratamientos.

En este sentido, los partidarios de la oficina de farmacia como canal de dispensación reivindican en su argumentación la mayor facilidad —en accesibilidad y horarios— con la que cuenta la red de farmacias frente a su entrega en los servicios de Farmacia Hospitalaria, con horarios restringidos y que además pueden suponer grandes desplazamientos para el paciente, con la consecuente pérdida de tiempo y económica. Ahora, el SAS indica que con esta medida busca expresamente “evitar estos desplazamientos”.

No obstante, faltarían por conocer importantes elementos para el análisis —no informados por el SAS en su anuncio— como el coste que acarrea para la Administración cada uno de estos servicios —siendo en todo caso gratuito para el paciente—, si cualquier paciente no ingresado podrá acceder a él o solo en determinados perfiles y/o patologías, etc.

¿Participación del sector?

Otra pregunta por resolver es si podría encajar una posible participación del propio sector en este modelo. Por ejemplo, ofreciendo las oficinas como otro punto de recogida alternativo al domicilio y/o centro de salud o bien un posible apoyo logístico de las propias distribuidoras farmacéuticas.

Cabe recordar que, como contó EG, Alliance Healthcare ya realiza este servicio en algo menos de 50 pacientes ambulatorios adscritos a los servicios de Farmacia de los hospitales Virgen de La Macarena (Granada) y La Princesa (Madrid). Los medicamentos implicados en este programa piloto que son enviados al domicilio del paciente o a la farmacia que él designe (según el caso) son tratamientos frente a la leucemia y enfermedades inmunomediadas.

En este sentido, el servicio solo se ofrece en los meses en los que el paciente no tiene que acudir al hospital a citas o revisiones y el coste del servicio es sufragado por los propios laboratorios comercializadores.

Ahora bien, las entidades mayoristas que se oponen a estos modelos de entrega no se centran tanto en lo legal como en denunciar su confrontación con el espíritu y filosofía del modelo de distribución nacional y el papel y defensa de la farmacia como custodio y dispensador de los medicamentos. Una suerte de servicio autolesivo con el interés de los propietarios de la práctica totalidad de empresas mayoristas: los farmacéuticos.