El Global Madrid | martes, 04 de julio de 2017 h |

El gasto sanitario y farmacéutico ha aumentado considerablemente en toda la OCDE en lo últimos 20 años debido a una serie de factores, entre los que destacan un creciente número de fármacos innovadores de alto coste, el aumento de enfermedades no transmisibles y el envejecimiento de la población. Como respuesta a esto, se han implementado una serie de políticas de contención de costes en toda Europa. En España, uno de los mecanismos puestos en marcha es el límite presupuestario que vincula el gasto farmacéutico con el Producto Interior Bruto (PIB). Este sistema ha sido analizado en el informe ‘Controlar el gasto farmacéutico y mejorar la eficiencia en el mercado farmacéutico español’, realizado por The London School of Economist, LSE Health (LSEH) y la Univesitat Pompeu Fabra (UPF) con la colaboración de Gilead Sciences. En el documento, se señala que esa política parece contribuir a la contención de costes, pero no está claro que este tipo de medida macroeconómica contribuya a unos mejores resultados en salud, a la eficiencia y a la difusión de la innovación en el sistema sanitario, o si proporciona los incentivos adecuados para que la competencia tenga lugar cuando sea apropiado. Además, plantea importantes dudas relativas a la implantación práctica de los límites. De esta manera, el informe señala que la cuestión es cómo establecer esos mecanismos de control, sin penalizar a la innovación. Ante esto asegura que es posible que se necesiten cambios en el actual mecanismo de fijación de límites para abordar las cuestiones relativas a la metodología, la eficacia y la difusión de la innovación. En este sentido, el informe propone que se debería fijar un objetivo de crecimiento del gasto, con una asignación que no fuera exclusiva para el gasto farmacéutico (sino que afectase a todo el gasto sanitario en su conjunto), que no penalizara a terapias innovadoras y que no viniera determinado por el crecimiento del PIB.

Los autores que han participado y que han aportado comentarios constructivos en el informe son Jaime Espín de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Giovanni Fattore de la Universidad Bocconi, Alistair McGuire de la London School of Economics, David Traylor, de la University College de Londres, Mike Drummond de la Universidad de York, Diego Martínez López De la Junta de Andalucía, Javier Pérez del Banco de España, Carlos Campillo Atero del Servicio de Salut de las Islas Baleares, Valerie Paris de la OCDE, Jorge Mestre-Ferrandiz de la Universitat Autónoma de Barcelona y Elías Mossialos de la London School of Economics.