El Global Madrid | lunes, 01 de octubre de 2018 h |

Se estima que un 30-40 por ciento de los pacientes con cáncer presenta dolor en el momento del diagnóstico, llegando hasta en el 70-80 por ciento de los pacientes con enfermedad avanzada. Cuando este dolor es intenso, de rápida aparición y corta duración, se convierte en Dolor Irruptivo Oncológico (DIO) y tiene un impacto muy negativo en el paciente, alterando su calidad de vida: origina trastornos psicológicos, tiene efectos sobre el estado de ánimo, como ansiedad o depresión, e influye en el sueño. Con estos dato, la Fundación ECO (Excelencia y Calidad de la Oncología) ha querido, a través de su estudio Onco-Adhiérete, tomar el pulso de los oncólogos que tratan a estos pacientes para conocer el grado de adherencia a los tratamientos que ayudan a paliar este dolor y establecer así pautas para mejorarla.

Así, según los expertos, uno de cada cuatro pacientes oncológicos no cumple con los tratamientos para paliar el Dolor Irruptivo Oncológico. En concreto, más de la mitad de los oncólogos encuestados apuntan que entre el 25 y el 50 por ciento de sus pacientes no sigue las instrucciones de prescripción ni tampoco los tiempos de administración recomendados para estos fármacos. Esta falta de adherencia provoca, en opinión de los oncólogos, una pérdida de calidad de vida como consecuencia principal (87,5 por ciento de los casos) y el deterioro de las relaciones familiares y sociales y un mal pronóstico como consecuencias secundarias.

“Los principales factores no farmacológicos que obstaculizan la adherencia terapéutica en los pacientes son el sentimiento autopercibido de que no necesitan tratamiento, la falta de apoyo familiar, así como la ausencia de conciencia de que se trata de una enfermedad”, ha explicado Rafael López, secretario de la Fundación ECO y jefe del servicio de Oncología del Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela.

Por otro lado, como principales factores farmacológicos se encuentran la ineficacia percibida del tratamiento (37,5 por ciento de los casos), la preocupación por los posibles efectos adversos (32,3% de los casos) y las pautas terapéuticas complicadas (15,6 por ciento de los casos), entre otros.

La Fundación ECO ha presentado las conclusiones de este estudio, con colaboración con Kyowa Kirin, en el reciente Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) que se ha celebrado en Madrid.