El Global Madrid | lunes, 22 de octubre de 2018 h |

El aumento de la resistencia a múltiples fármacos a nivel mundial en los últimos años ha provocado que este problema se convierta en un problema grave de salud pública a nivel mundial. Es por ello que las grandes organizaciones mundiales, entre ellas la OMS, trabajen en la búsqueda de soluciones. En este sentido, la European Antibiotical Resistence Surveillance System (Red Europea del Sistema de Vigilancia de la Resistencia Antibiótica), que incluye a 30 países europeos, alerta de un aumento general en toda Europa de la resistencia bacteriana. Se prevé que en 2050 el número de muertes relacionadas con bacterias multirresistentes superará a enfermedades como el cáncer, VIH o neumonías. Las cifras demuestran que se trata de un problema social, y evidencia la necesidad de actuaciones preventivas contra la multirresistencia.

Por ello, el Parlamento Europeo, a través de una resolución se dirige a la Comisión y al Consejo de Europa, así a como a las agencias europeas que de alguna manera puedan estar implicadas en el problema de la multirresistencia antibiótica y la sepsis.

El documento hace énfasis en la importancia del problema de la resistencia a los antimicrobianos, por su impacto sobre la salud humana, animal y sobre el medio ambiente, así como sobre el coste económico de la misma. El Parlamento aborda la multirresistencia como un problema global y solicita la intervención coordinada de la Comisión Europea, los estados miembros y la agencias implicadas para combatir la aparición y diseminación de patógenos multirresistentes.

Como medidas concretas, entre otras, propone mejorar la vigilancia de las infecciones asociadas a cuidados sanitarios, elaborar programas de prevención de las infecciones y de uso adecuado de antimicrobianos en todos los ámbitos (atención primaria, hospitales y en la industria agroalimentaria), diseñar alternativas y regulación del uso de antimicrobianos en salud animal, e investigar alternativas al tratamiento antimicrobiano en humanos (vacunas, anticuerpos monoclonales).

Del mismo modo se solicita que se destinen recursos económicos y se estimule la investigación colaborativa, o incluso que se valore un cambio del marco legal que favorezca la obtención de nuevos antimicrobianos. Por otra parte, exige la elaboración de procedimientos e indicadores que permitan evaluar el resultado de las medidas que se establezcan.

“Que el Parlamento Europeo se haya interesado por ello no debería de sorprendernos dada la magnitud del problema. De no tomarse medidas a tiempo en unos años podríamos enfrentarnos a una situación similar a la era pre-antibiótica, sin poder disponer de tratamiento eficaces para las infecciones, con el consiguiente impacto sobre la salud. Para que podamos hacernos una idea, muchos tratamientos que actualmente ofrecemos a los pacientes como los trasplantes de órgano sólido o de médula ósea, no podrían realizarse (o los resultados serían mucho peores) dada la elevada prevalencia de infecciones en este colectivo y su impacto sobre el desenlace clínico”, afirma Xavier Nuvials, Coordinador del grupo de trabajo de enfermedades infecciosas y sepsis de la SEMICYUC.