C. R. Madrid | viernes, 10 de febrero de 2017 h |

En la Asamblea Mundial de la Salud que tendrá lugar en mayo saldrá elegido el próximo director general de la OMS, que asumirá el cargo desde el 1 de julio. Los tres candidatos que han llegado a la recta final han recibido múltiples invitaciones para exponer sus puntos de vista sobre asuntos específicos de la agenda sanitaria global. Entre ellos se encuentra una carta abierta publicada por The Lancet, en la que se les preguntaba si, en línea con las peticiones de cambio del mercado farmacéutico, apoyarían un acuerdo para ir hacia una I+D centrada en el paciente.

El Gobierno de Etiopía ha presentado la propuesta de nombramiento de Tedros Adhanom, doctor en Filosofía, ex ministro y ex presidente del Consejo de Administración del Fondo Mundial de la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, además de otras instituciones de salud pública. Reconoce que pese a todos los esfuerzos que se realizan, el puzzle de la I+D biomédica sigue sin estar resuelto. Su intención es pisar el acelerador liderando los procesos de diálogo que hay en marcha, animando a los estados a invertir más en investigación y desarrollo y promoviendo esquemas de colaboración público-privada.

Por Pakistán se presenta Sania Nishtar, que también combina experiencias como ministra, pionera de la sociedad civil, dirigente de instituciones multilaterales y fundadora de instituciones. De los tres, es la que más claramente circunscribe el debate de la I+D en torno al acceso a los medicamentos y dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es consciente de que esta asignatura requiere de un consenso de los estados, pero también reconoce que hay áreas en las que la OMS puede actuar de manera legítima. Su intención es estudiarlas y reforzarlas mientras los gobiernos no lleguen a un consenso.

David Nabarro, el último de los candidatos procede del Reino Unido y ha ocupado cargos en el seno de la OMS y en el Gobierno británico. Está a favor, como los demás, de ir hacia una I+D biomédica centrada en las necesidades del paciente, pero parece ser el más consciente de su complejidad. “En este momento, sería imprudente por mi parte realizar ningún compromiso que abogue o apunte a un acuerdo intergubernamental”, ha dicho.