Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 27 de abril de 2018 h |

Atendiendo a las conclusiones adoptadas el pasado 8 de diciembre de 2017 por el Consejo de Empleo, Política Social y Consumidores (EPSCO) sobre salud en la sociedad digital, la Comisión Europea ha propuesto un conjunto de medidas para aumentar la disponibilidad de datos sanitarios en la Unión Europea. El objetivo es múltiple: promover la salud, prevenir y controlar la enfermedad, fomentar la I+D, ayudar a dar respuestas a necesidades no cubiertas… La fórmula es la imprescindible en los discursos sanitarios desde hace años: el trabajo conjunto, las experiencias compartidas y la transferencia de innovación entre los estados. El compromiso activo de todas las partes, recalca la Comisión, es esencial para tener éxito y conseguir un win-win-win que beneficie a las personas, a los sistemas sanitarios y al mercado europeo.

La Comunicación lanzada al Europarlamento, el Consejo, el Comité Económico y Social y el Comité de las Regiones Europeas pretende construir la necesaria cooperación e infraestructura en la UE y ayudar a los estados a cumplir sus compromisos en el área de la transformación digital de los sistemas de salud en el contexto del Mercado Único Digital. “Estamos desarrollando un plan ambicioso, a fin de asegurar que estamos en la mejor posición posible para ayudar a nuestras empresas e investigaciones de alto nivel, y proteger a los ciudadanos de la UE”, ha asegurado el comisario de Salud, Vytenis Andriukaitis.

Los ciudadanos y sus datos

Cuando entre en vigor, el próximo 25 de mayo, la nueva Ley de Protección de Datos asegurará para los ciudadanos europeos el control de sus datos personales, incluidos los relativos a su salud. Sin embargo, hoy muchos ciudadanos tienen un acceso limitado a datos que, en ocasiones, son imposibles de rastrear o se encuentran dispersos. A ello se une que en toda la Unión se siguen utilizando formatos electrónicos incompatibles.

Los esfuerzos que se llevan a cabo en la actualidad para compartir datos a nivel transfronterizo descansan en una cooperación voluntaria limitada exclusivamente a resúmenes del paciente y prescripciones electrónicas. Está previsto que ambas vías den comienzo este mismo año, con intercambios entre 8 ó 9 estados miembros, que se incrementarán progresivamente hasta los 22 para el año 2020. Mientras el sistema se mueve hacia su fase operativa, la Comisión ya ve la necesidad de ampliar los datos a compartir e incluir también los registros electrónicos interoperables. Para ello, entre otras cosas, tiene previsto apoyar el desarrollo y adopción de un formato estándar de intercambio de esta información, al tiempo que anima a los estados a seguir trabajando en la interoperabilidad.

I+D y Medicina Personalizada

Las conclusiones de EPSCO también hacían referencia a la Medicina Personalizada. En este campo, la Comisión pretende apoyar la agrupación de datos sobre los recursos europeos y facilitar su uso para labores de investigación y política sanitaria. “Esto —asegura la Comunicación— ayudará a la industria y a los investigadores europeos a permanecer en la vanguardia, sacando al mercado nuevas soluciones médicas personalizadas”.

Concretamente, Bruselas quiere aumentar la coordinación entre las autoridades europeas para implementar el intercambio seguro de datos genómicos y médicos que ayuden a los investigadores a obtener una imagen más completa de la enfermedad en un individuo y determinar el tratamiento más apropiado. El reto inicial es proveer acceso a al menos 1 millón de genomas secuenciados en la UE para el año 2022, y a 10 millones para el año 2025.

Más allá, la Comisión quiere probar algunas aplicaciones prácticas transfronterizas de intercambio de datos sanitarios mediante tres pilotos: uno para ayudar a mejorar el tratamiento, diagnóstico y prevención de enfermedades raras; otro para anticipar mejor epidemias e identificar amenazas infecciosas transfronterizas; y uno más para el uso del Real World Data por parte de los profesionales, las autoridades sanitarias y la industria. Estos pilotos serán llevados a cabo con la participación de asociaciones clínicas, autoridades competentes nacionales, cuerpos de evaluación de tecnologías sanitarias, industria, la Iniciativa de Medicamentos Innovadores y agencias europeas relevantes.

Tras estos proyectos piloto iniciales, otros podrán ser tomados en consideración en un futuro próximo, por ejemplo en los campos de las enfermedades neurodegenerativas o el cáncer.

“A veces la innovación sólo está en el papel”

“A veces la innovación sólo está en el papel”. Con esta frase, pronunciada al menos en un par de ocasiones al término del Consejo Informal de Ministros de Salud de la UE celebrado en Sofia (Bulgaria), el pasado 23 de abril, defendió el comisario de Salud, Vytenis Andriukaitis, la propuesta de colaboración en materia de evaluación de tecnologías sanitarias… Una propuesta que, según recordó el comisario a preguntas de los periodistas, se centra exclusivamente en los aspectos clínicos para evitar duplicaciones innecesarias entre los estados. “Centrarnos en aspectos clínicos es una buena oportunidad para disponer de herramientas metodológicas para ver si algo es innovador o no, porque a veces la innovación sólo está en el papel”. El comisario aprovechó además para recalcar que la colaboración tendría esos límites. “Todo lo demás, precios, reembolsos, evaluación económica o de aspectos sociales y otras especificades, sigue en manos de los estados”, añadió.

Los ministros de Salud, que subrayaron la necesidad de proteger la confianza de los pacientes y de los reguladores en toda la Unión Europea, discutieron otras cuestiones relativas a la efectividad y el acceso a los medicamentos, incluidos las posibles distorsiones causadas por las exportaciones paralelas. La cooperación reviste especial importancia, según destacó el ministro de Salud de Bulgaria, Kiril Ananiev.