Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 28 de septiembre de 2018 h |

Si hay algo a lo que aspira toda marca es a convertirse en producto, hasta el punto de conseguir suplantarlo. Ocurre raras veces, pero cuando tiene lugar es casi imposible sacarlo del imaginario colectivo. En el Sistema de Nacional de Salud, Andalucía ha conseguido que cuando alguien habla de ‘subastas’ identifique el concepto con las ‘subastas andaluzas’, lo que genera anticuerpos en muchos casos. Como todo, este concepto tiene sus pros y contras, y por ello precisa diferenciar entre el ‘qué’ se hace y el ‘cómo’ se hace. Así lo han destacado expertos consultados por este periódico, a propósito del llamamiento realizado por la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras al Gobierno de España para que apueste por unas subastas nacionales como medida de ahorro en Farmacia.

El ‘qué’

Sin entrar a valorar la marca ‘subasta andaluza’, Antoni Gilabert, director del Área de Farmacia y del Medicamento del Consorcio de Salud y Social de Cataluña, considera que, desde el punto de vista del gobierno de un país, “tiene lógica” plantearse un sistema de subasta que, de hecho, quiere emular el sistema de compra hospitalaria.

Con él coinciden algunos expertos en economía de la salud contactados por El Global. “Más allá del debate político y jurídico, las mal llamadas ‘subastas’ han demostrado que tenemos margen de mejora para conseguir unos precios más bajos de los medicamentos fuera de patente, teniendo en cuenta que España suele tener unos precios superiores a países de nuestro entorno como Reino Unido, Holanda y Dinamarca”, asegura Jaime Espín, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, si bien reconoce que estos mejores precios también se pueden conseguir haciendo “más competitivo y dinámico” el SPR.

El uso de las subastas para mejorar la competencia y obtener mejores precios también es utilizado por Anton Giulio Manganelli, investigador del Centro de Investigación en Economía y Salud y profesor asociado del Departamento de Economía y Empresa de la UPF, y por Joan Rovira, profesor de la Universidad de Barcelona. “Entiendo que si nuestras autoridadas reguladoras han determinado que dos productos son bioequivalentes/intercambiables, se debería decidir la compra según el criterio de precio más bajo, tomando evidentemente las precauciones necesarias para que la calidad del suministro no sea inferior a un nivel estándar”, dice este último.

Y es aquí, en estas ‘precauciones necesarias’ donde la opinión de los expertos, al margen de las opciones políticas, sigue coincidiendo. La diferencia entre el ‘qué y el ‘cómo’ es la que, en última instancia, y según Gilabert “marcará la bondad o no” de una medida que, recuerda, ya permite la legislación española: a través de los precios seleccionados, regulados en el artículo 99 de la Ley de Garantías.

El ‘cómo’

En general, todos los expertos destacan la necesidad de evitar desabastecimientos, bien a través de cláusulas de producción mínima, bien dando más puntos por capacidad de producción, o bien, como resalta Manganelli, mediante la selección de varios proveedores, ya sea en el caso de las enfermedades más graves o de aquellos fármacos que puedan estar en mayor riesgo de desabastecimiento. Tampoco se descarta un enfoque más ‘disciplinario’: “Si una empresa no cumple con las especificaciones del concurso ganado en tiempo, cantidad o calidad, se le pone una sanción y/o se la excluye de futuros suministros”, remarca Rovira.

Si se quiere sofisticar el sistema, este experto cree que se podría modificar el SPR en la linea de permitir precios libres, pero con un precio de reembolso único. “Si el paciente o médico insisten en una marca concreta de precio más elevado, el paciente tiene que pagar la diferencia (co-pago voluntario).Con los biológicos-biosimilares se tendrían que aplicar los mismos criterios, teniendo en cuenta, lógicamente, la mayor dificultad de establecer la intercambiabilidad/sustituibilidad”, apunta.

La postura de Sanidad

Desde el Ministerio reconocen que las subastas no están entre sus prioridades, que es la recuperación de derechos. Las medidas para aumentar la eficiencia en lo referente a medicamentos que vamos a impulsar de forma prioritaria son, el desarrollo de una estrategia para fomentar la utilización de genéricos y biosimilares y potenciar las compras centralizadas de medicamentos, productos sanitarios y tecnología desde el INGESA, orientando el diseño de acuerdos a las necesidades reales de las comunidades autónomas.

Las frases

Jesús Mª Fernández, portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso

“Es una opción adecuada que tienen las CCAA, plenamente aceptada por el TS”

Amparo Botejara, pvoz de Sanidad de Podemos en el Congreso

“No es si subastas sí o no. La fijación transparente de precios es una tarea importante del Gobierno”

Antonio Alarcó, portavoz de Sanidad del PP en el Senado

“Las subastas locales no tienen sentido. Deben ser nacionales para que haya transparencia”

Antonio Bernal, presidente de honor de la AGP

“Las subastas, bien hechas, se podrían empezar a estudiar; al estilo andaluz, no”