J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 28 de octubre de 2016 h |

Fue uno de los tres consejeros que asistió al foro impulsado por la Fundación Economía y Salud para exponer los problemas de gestión autonómicos. José María Vergeles confía en que las 100 medidas prometidas para el SNS aumentan la cohesión, la calidad y el trabajo compartido ante los retos que unen a todas las regiones. Pero la sanidad extremeña tiene problemas particulares. EG ha hablado con él sobre ellos.

Pregunta. Hay nuevo convenio de farmacia a la vista. ¿Cuáles van a ser las propuestas de la Consejería?

Respuesta. Aun nos queda un año de vigencia de concierto. De cara al nuevo pretendemos que la base de su financiación no sea sólo el precio del medicamento. Ya hemos propuesto a los COF que queremos introducir factores de ponderación para los servicios de Atención Farmacéutica que están alrededor del medicamento: con ello aseguraremos la sostenibilidad; defenderemos el modelo de farmacia y garantizaremos que los farmacéuticos realizan detecciones de problemas relacionados con los medicamentos. Por tanto, incrementaremos la seguridad de los pacientes en el uso de los fármacos.

P. ¿Quiere esto decir que se van a pagar los servicios profesionales?

R. Quiere decir que habrá una ponderación; que habrá un fijo, evidentemente, pero que habrá factores de ponderación en los que estamos trabajando.

P. Extremadura ha sido en 2015 una de las regiones donde más ha subido el gasto farmacéutico. ¿Cuáles van a ser las medidas a implementar?

R. La primera es crear una Comisión Central de Farmacia que permita analizar los factores que están incidiendo en ese incremento del gasto. Con respecto a la farmacia ambulatoria lo más importante se encuentra en el precio por receta. Es el más alto de todo el país, tenemos que bajarlo, y ahí estamos trabajando sobre todo con un programa de intercambio de equivalentes.

P. ¿Unas subastas?

R. No, subastas no. De momento no nos las planteamos y así se lo dijimos a los COF. Es un programa de intercambio de equivalentes terapéuticos. Y junto a él estamos fomentando la prescripción por principio activo. Es una política con mucho margen de recorrido, como nos lo indican tanto el actual porcentaje de PPA como el precio de las recetas. No todo el precio se puede achacar al envejecimiento o a la dispersión; también es una utilización de marcas de fantasía que perfectamente seríamos capaces de mejorar por PPA. Y en farmacia ambulatoria hay una tercera cuestión: la introducción de un módulo de asesoramiento a la prescripción sobre la alternativa más eficiente para el médico, integrado en el sistema JARA.

P. ¿Y en hospital?

R. Hemos empezado con la compra centralizada. Además estamos avanzando rápido en la política de biosimilares. Y en tercer lugar, para las innovaciones que vayamos adquiriendo, la contratación centralizada nos está permitiendo hablar con la industria farmacéutica y con la patronal para que los contratos sean con techo de gasto y con gestión de riesgo compartido.

P. Hace un mes, infliximab apareció en una resolución del SES en la que se licitaban 96 lotes. Ganó la oferta de Hospira. ¿Significa que sólo se dispensará ese fármaco en los hospitales?

R. No. Quiere decir que en aquellos pacientes en los que el medicamento haya demostrado una remisión de la enfermedad, el facultativo y el paciente, sin vulnerar la Ley de Autonomía del Paciente, llegarán al acuerdo de seguir con el original o pasar al biosimilar en una asunción de riesgos. Para los nuevos pacientes, siempre que se respeten los estudios de eficacia y la normativa europea, el acuerdo al que estamos llegando con las especialidades que pueden utilizar este principio —como pueden ser Digestivo o Reumatología— es que comiencen con el biosimilar.

P. O sea, como la política italiana: empezar con el biosimilar para el paciente naive

R. Efectivamente. Y además en biosimilares que tengan eficacia demostrada. Por ejemplo, hace unos días me reuní con el presidente nacional de ACCU, que lleva colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. En colitis ulcerosa ha mostrado eficacia de forma más clara que en la enfermedad de Crohn. En ese caso salvaríamos la enfermedad de Crohn de esta política y pasaríamos solo a colitis ulcerosa.

P. Hablemos de 2017. Se tienen que aprobar presupuestos en breve. ¿Habrá mayor partida para sanidad?

R. En 2016 crecimos un 12,7 por ciento. No espero un crecimiento tan espectacular como este, si bien quiero pensar que los grupos políticos pueden estar de acuerdo en una subida que ayude todavía más a mejorar el capítulo 2, de gasto corriente del SES, que es donde están los verdaderos problemas.

P. ¿Dispone de datos sobre el acuerdo alcanzado con Anefp para que a través del nomenclátor al que tienen acceso los médicos, éstos pudieran prescribir medicamentos no sujetos a receta médica? ¿Cómo valora esta medida?

R. Aún no dispongo de datos de ejecución, aunque sí, es una buena media. Son medicamentos no están sujetos a la prescripción y el paciente los puede comprar por su cuenta, pero no está mal que si el facultativo así lo decide, el paciente pueda salir de la consulta con una hoja de recomendaciones de uso de esos fármacos. Eso mejora la atención.

Las frases
“Crearemos una Comisión Central de Farmacia que permita analizar los factores que inciden en el incremento del gasto”
“ No espero un crecimiento tan espectacular en el presupuesto sanitario como el de 2016, pero confío en una subida”