El Global Madrid | martes, 26 de noviembre de 2019 h |

Con el fin de aterrizar en la realidad el conocimiento recopilado en los pasados eventos, varias representantes de Mujeres de la Sanidad se reunieron esta semana para poner sobre la mesa las prioridades dentro de la Agenda 2020. En este encuentro se debatieron las prioridades de cara al próximo año con el fin de sacar el máximo partido al talento femenino.

Para conseguirlo, en palabras de Santiago de Quiroga, presidente editor de Wecare-U, “hay tener en cuenta agenda 2020, pero con la visión puesta en la agenda 2030 y el objetivo de alcanzar la igualdad de género que marca la ONU”. En este sentido, Marta Ariño, CEO de Zinet Media, puso en valor Mujeres de la Sanidad, puntualizado que “hay que extraer las mejores prácticas que las entidades que forman parte de Mujeres de la Sanidad llevan a cabo, creando una agenda y potenciando mucho el networking”.

Esta necesidad de pasar a la acción la manifestó Yolanda Fuentes, directora general de Salud de la Comunidad de Madrid, llamando a la puerta del Ministerio de Sanidad o de las consejerías regionales en función de la demanda. “Un buen primer paso sería ver cómo están formadas estas instituciones y a partir de ahí, actuar”, indicó.

Medidas concretas

Margarita López Acosta, directora general de Sanofi en España, apostó por aprovechar el papel en que se encuentran las mujeres dentro de la industria farmacéutica para “jugar a favor de la Agenda 2020 y 2030”. Para ello abogó por implicar a perfiles diversos como “madres de familia, mujeres de diferentes generaciones o sociedades científicas, poniendo a disposición de la sociedad todo el expertise que estas puedan ofrecer”. López Acosta también sugirió “hacer un mapeo de la situación de las Comunidades Autónomas para ver de qué puntos partimos”.

En esta idea de analizar la situación por autonomías incidió Iria Miguéns coordinadora de la iniciativa mUEjeres y miembro de la Junta Directiva Nacional de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, analizando los problemas de base que pueda haber en cada región. “Hay que ver las carencias en cada caso; hay temas, como que se nos inculque habitualmente la labor de cuidados o que las propias mujeres nos infravaloremos, que tienen un impacto negativo”, apuntó. Pero también opinó que hay factores externos sobre los que hay que trabajar; “hay que concienciar a los pacientes de que no nos pueden infantilizar: no soy la niña que pone la cuña, soy la doctora”, concluyó Miguéns.

Desde Novartis, Marta Moreno, directora de Market Access, abordó la necesidad de definir “cuáles son los objetivos concretos a los que queremos llegar”. Pero, atendiendo a algunas de las prioridades expuestas anteriormente dentro del proyecto Mujeres de la Sanidad como pueden ser la educación desde etapas tempranas, la necesidad de implantar Planes de Igualdad o la falta de medidas de conciliación y corresponsabilidad, reflexionó que se podría “involucrar a los ministerios de Educación y Trabajo en la iniciativa, para elaborar planes concretos que se pueden ejecutar”.

A esta conciliación entre vida laboral y personal se refirió también Teresa Partearroyo, profesora en la Universidad CEU San Pablo. “Hay que ver cómo están las mujeres en este sector, nos cuesta mucho mantenernos”, por ello señaló que “el Ministerio de Trabajo debería ayudarnos, ya que la investigación es básica en la sociedad”.

También aludió Mercedes Benítez, directora en el Departamento Legal de Rovi, a la necesidad de concretar, enfatizando en la importancia de “consensuar el mensaje que se vaya a transmitir”, siempre con la mente puesta en “asegurar la participación plena y efectiva en los diferentes niveles decisorios” y, para ello, teniendo en cuenta temas “como la corresponsabilidad en el hogar y la familia” instando a las empresas a aprovechar para ello “todas las herramientas que nos ofrecen las tecnologías de la comunicación y la información”.

Aurora Berra, directora General de Ipsen en España, opinó que es una suerte pertenecer a un sector privilegiado para las mujeres como es la industria farmacéutica. Pero Berra consideró que esto también conlleva “una responsabilidad primero dentro de la sanidad, pero también para extrapolar medidas que confieran este privilegio a otros sectores, ayudando a mujeres que formen parte de los mismos”.

Además, Laura Pellise, directora de Market Access de Amgen, propuso usar el poder de las mujeres en el sector “pensando qué podemos hacer las empresas que tenemos mayoría de mujeres para ayudar a otros stakeholders”.

Por su parte, Riqui Villarroel, directora de Comunicación de Janssen, reiteró que hay que “marcar esos objetivos, ordenarlos y priorizarlos, aunque sea difícil, fijando de qué manera los queremos ejecutar”. “Queremos esa visibilidad, ser continuos mostrando nuestro ejemplo por formar parte de la industria farmacéutica y lo que conlleva, queremos que sea palanca de cambio para otros” concluyó.

Perspectiva global

Ana Argelich, directora general de MSD en España, aludió a la necesidad de incorporar a partes que a veces pueden quedar un poco olvidadas a la hora de plantear iniciativas para cerrar la brecha de género, como el colectivo de pacientes. . “Hay que tener en cuenta que cada una tenemos nuestro background y es importante que nos complementemos para trasladar las ideas”, afirmó Argelich, agregando que, independientemente de la institución a la que se acuda para trasladar las necesidades del sector, “lo importante es ser constante, aportando ejemplos y usando métodos como el rol modeling, será más fácil alcanzar nuestros objetivos”. Otro de los aspectos en los que la directora general de MSD consideró que es necesario poner el foco es “el gap existente en mandos intermedios, ya que los retos entre generaciones son muy diferentes”; a este respecto, Argelich opinó que, tal y como ha sucedido en su compañía no es un cambio que se produzca de la noche a la mañana, sino que “es un trabajo que se hace a través de los años”.

“El objetivo no debe ser solo la igualdad sino el impulso de la sanidad a nivel global”, declaró Ana Pérez, directora médica y de Asuntos Regulatorios de AstraZeneca; en esta línea señaló que “no hay que dejar a nadie fuera, esto es algo de todos, los protagonismos deben quedar fuera para lograr el bien mayor”.

Dolors Montserrat-Capella, coordinadora de Calidad del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, hizo referencia a las “multibrechas existentes en las carreras profesionales, al menos en la sanidad pública y en la investigación”. Bajo su punto de vista, también existe una problemática en salud que afecta a las mujeres; “a las mujeres se les diagnostica a veces en base a estudios hechos para el hombre”, por lo que instó a ver “cómo abordamos este tema, no solo se trata de impulsar el talento femenino, si no también incorporar las vivencias de otras mujeres en el sector sanitario como enfermas, pacientes o ciudadanas”.

Visión de futuro

Sobre la necesidad de adaptarse al cambio habló Concha Serrano, directora de Corporate Affairs, Health and Value de Pfizer en España. “La sanidad se ha feminizado y va a cambiar, porque de aquí a veinte años igual hay un 60 o 70 por ciento de mujeres en el mundo sanitario y esto se va a notar en el liderazgo”, recalcó.

También instó a mirar al futuro Olga Fidalgo, directora científica de Ferrer, tratando de prever “qué va a pasar en el sector en los próximos años” atendiendo a la influencia de elementos disruptivos como las tecnologías de la información. Además, animó a poner el foco en otros aspectos “como el educativo, para ver porque hay tan pocas mujeres que estudian ciencia todavía”.