Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 18 de enero de 2019 h |

Confirmado. El nuevo capítulo en la historia de Andalucía abierto con la investidura de Juanma Moreno como presidente de la Junta con 59 votos a favor (los de PP, Ciudadanos y Vox) y 50 en contra (PSOE y Adelante Andalucía) cerrará la puerta a una de las medidas que más han polarizado el debate en el SNS: las subastas andaluzas. Ciudadanos sólo se ha comprometido a dar su voto favorable a la agenda pactada bilateralmente con el PP, pero las subastas están en la intersección entre los tres partidos. Este triple aval sentencia la política farmacéutica socialista regional, aunque poco o nada se sabe con firmeza de lo que vendrá después… Ni a nivel regional, ni estatal, porque tras el cambio en la Junta, la sombra de las subastas andaluzas llega al Estado.

El interrogante sobre los planes del PP andaluz lo lanzó Susana Díaz, líder del PSOE andaluz, al mencionar los “500 millones de ahorros” obtenidos en las convocatorias de subastas. “¿Cómo se van a compensar? ¿Con copagos?”, preguntó. Moreno no respondió a un temor que también comparte Teresa Rodríguez. La portavoz de Adelante Andalucía augura recortes, copagos y privatizaciones. “Son el gobierno de la industria farmacéutica. Saben que el fin de las subastas va a suponer un incremento del gasto farmacéutico”, denunció.

La respuesta llegó y por la vía comparativa. “Si este modelo es de éxito, ¿por qué no lo han imitado en comunidades donde su partido tiene responsabilidades de gobierno? ¿Por qué no han propuesto la subasta en Castilla-La Mancha, donde gobiernan PSOE y Podemos? No lo ha hecho porque sabe que limitar la oferta de fármacos”, dijo Moreno.

El fin de las subastas equiparará la política farmacéutica del SNS… A falta de un giro de guión en la política estatal. La sombra de la duda está sembrada después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmara que el Gobierno trabaja en un nuevo pacto con Farmaindustria que elimine algunos elementos e incorpore otros nuevos. Para Montero, es “conveniente” abrir un debate para que el Estado “ayude a las comunidades” a controlar el gasto farmacéutico, “intentando que la competencia abarate los precios que se están planteando, escuchando algunas de las medidas que han realizado algunas comunidades y que han sido más novedosas en España como, por ejemplo, la licitación pública de los medicamentos que se está realizando en Andalucía”, informa EP.