La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha comparecido en el Senado en el debate de los vetos a las cuentas de 2018. Ha sido la primera comparecencia del nuevo ejecutivo en las Cortes Generales, y en ella la ministra ha ofrecido un mensaje de estabilidad y de certidumbre para los próximos meses de un Gobierno que, ha dicho, ”no descuidará ninguna de sus obligaciones”. Así, ha indicado que su presencia en el Senado no era para defender los PGE 2018, sino para acompañar su tramitación “por el bien de la estabilidad del país”.
En esta línea, y al tiempo que ha criticado las autoenmiendas presentadas por el Grupo Popular, Montero ha señalado que los Presupuestos de 2018 “no fortalecen los servicios públicos” como le gustaría al Gobierno. Por ello, ha abogado por “no demorar más la aprobación de un Presupuesto” por el que es preciso “transitar”, ya que, según ha añadido, “la prioridad es trabajar en los de 2019”. La intención del Ejecutivo es que este proyecto ponga el acento en las políticas sociales, en el acercamiento a las necesidades de los ciudadanos y hacia un modelo económico sostenible y equitativo, algo que, según la ministra, obligará a hacer “la cuadratura del círculo”, ya que habrá que respetar los objetivos de déficit público y estabilidad presupuestaria.
En relación a las implicaciones económicas derivadas de la nueva estructura del Gobierno, que implica pasar de 13 a 17 ministerios, Montero ha descartado que ello vaya a implicar un coste adicional, ya que habrá “vasos comunicantes” entre ellos. Eso sí, supondrá hace “ajustes” en el Presupuesto de 2018. Se tratará, según ha dicho, de “retoques” que no requerirán enmiendas y que serán de escasa cuantía.
