J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 28 de octubre de 2016 h |

El Sistema Nacional de Salud pide auxilio. La nueva realidad, marcada por una inversión en la pirámide poblacional, el auge de la cronicidad y el reto de dar respuesta a las innovaciones terapéuticas, necesita respuestas. Para hallarlas, los economistas de la salud celebraron la semana pasada un cónclave del que esperan sacar un documento de 100 medidas que alivien las tensiones actuales. Doce grupos de trabajo se sentaron a la mesa para poder consensuar, entre otras, las iniciativas adecuadas en materia de innovación, integración sociosanitaria, evaluación tecnológica o la aportación de la industria a la sostenibilidad. “Esperemos que no sea un fracaso tan exitoso como fue el Informe Abril”, resumió el ex ministro de Sanidad Julián García Vargas.

El contexto actual, comparado con el de los inicios de los años 90, ha variado. Muchos de los dogmas de aquel informe —entonces criticado— se fueron adoptando a comienzos del Siglo XXI, pero se hace necesario un nuevo impulso. “Hoy hay conciencia en favor de los límites presupuestarios y se ha abandonado la idea de que los grandes cambios vienen de los pactos de Estado”, analizó García Vargas. Sin embargo, el ex ministro señaló que es “necesario” medir la innovación. En esta línea ya trabajaba el Ministerio de Sanidad hace un año, si bien la interinidad vivida a los largo de 2016 ha parado el llamado ‘innovómetro’.

La compra pública de medicamentos también será uno de los ejes en los que trabajarán los economistas. García Vargas señaló que se pierden oportunidades con la Ley de Contratación Pública. “Hay modelos de compra más apropiados para los medicamentos… El precio debe evolucionar a través de los resultados o del número de pacientes tratados y no se puede perder de vista la Compra Pública Innovadora (CPI), de la que no se ha explotado todo su potencial”, aseveró.


El ex ministro de Sanidad, Julián García Vargas, señaló que se pierden oportunidades con la Ley de Contratación Pública


Las soluciones que buscan los economistas no sólo se centrarán en parches que mitiguen los problemas. El objetivo principal del cónclave será aportar herramientas que cambien el paradigma de concepción que se tiene sobre el sistema sanitario. “Estamos ante un sector estratégico de inversión. Con la crisis se ha acentuado la necesidad de cambiar el modelo productivo y el sector de la salud tiene mucho que aportar, porque es líder en conocimiento tecnológico y es generador de empleo de calidad”, aseguró Alberto Giménez, presidente de la Fundación Economía y Salud.

Falta de liderazgo ministerial

“No dice mucho de la política sanitaria que el ministro que más haya durado al frente del Ministerio haya sido yo”. Las palabras de García Vargas se enmarcan dentro de una crítica a la inequidad que se vive en el Sistema Nacional de Salud. El ex ministro lamentó que más de veinte años después de su etapa al frente de Sanidad siga sin haber una Estrategia Nacional de Salud. Para revertir esta situación pidió un “Ministerio con liderazgo, mano izquierda y que trabaje codo con codo con las comunidades autónomas”. Sin embargo, sí que insistió en que la voz cantante tiene que llegar desde el Paseo del Prado hacia un Consejo Interterritorial que sea más ejecutivo. Asimismo, pidió a los representantes públicos que recuperaran el Fondo de Cohesión —que desapareció en los pasados presupuestos— para que se fomente la solidaridad entre regiones.

Todos estos ingredientes se mezclaron durante 48 horas en busca de un documento de consenso que será presentado antes de final de año. Posteriormente, el recorrido que le espera será parlamentario. “Queremos que llegue tanto al Congreso de los Diputados como a cada parlamento autonómico para que sea discutido”, puntualizó Giménez.

El sistema Interautonómico de Salud

“No vivimos en un Sistema Nacional de Salud sino en un Sistema Interautonómico de Salud”. De esta manera define el ex ministro de Sanidad Julián García Vargas la situación sanitaria en España. Poco después de sus palabrar, los consejeros de Castilla y León y el País Vasco (además del de Extremadura) tomaron la palabra en el cónclave de economistas de la salud. “Un primer problema que tenemos es la centrifugación del sistema hacia las comunidades autónomas que, aunque últimamente se está corrigiendo sigue generando diferencias inexpicables como el caso del calendario vacunal”, aseguró Antonio María Sáez aguado. Junto a este problema, el responsable castellano señaló que el sistema “se está gastando recursos económicos que salen directamente de la deuda”. Por su parte, Jon Darpón se desmarcó de cualquier problema de escala nacional. “No les puedo arrojar luz sobre los problemas del SNS porque, humildemente, en País Vasco no los tenemos”, aseguró.