Á. R. Bruselas | viernes, 15 de septiembre de 2017 h |

Si a finales de junio la EPHA criticaba la falta de concreción del Plan de Acción contra las Resistencias Antimicrobianas de la UE, ahora los europarlamentarios se preocupan por su financiación. Así, los parlamentarios Soledad Cabezón y Alojz Peterle, organizaron un workshop para ofrecer una respuesta concreta y coordinada. La jornada tenía por objetivo que los diputados financien el plan europeo de resistencias antimicrobianas que ya fue aprobado el pasado mes de junio. Se trata de que se incluya en el presupuesto europeo ya que sin una partida asignada no se podrá dar respuesta a este preocupante reto sanitario.

Según las previsiones, a menos que se adopten las medidas necesarias, las resistencias a los antimicrobianos costarán 10 millones de muertes en el mundo en 2050 según la ONU. De hecho, las estimaciones ya responsabilizan a las resistencias de unas 25.000 muertes anuales en la Unión Europea.

En el workshop participaron expertos como Danilo Lo Fo Wong, director de Programas de Resistencia a los Antimicrobianos de la OMS para Europa; Martin Seychell, director general Adjunto de Salud de la DG Sante y Dominique Monnet, jefe del programa de Resistencia a los Antimicrobianos del Centro para el Control de las Enfermedades.

El ejemplo de éxito made in Spain, lo presentó José Miguel Cisneros, presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), quien explicó la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos en Europa a través de la investigación, y el programa andaluz Pirasoa.

El objetivos del programa, explica Cisneros, es “hacer un registro de infecciones por bacterias durante dos o tres meses, para tener datos cuantificados de los pacientes que mueren por infecciones de este tipo. De manera que no hablaremos de estimaciones, sino de datos reales y, con ello, podremos medir la magnitud del problema”. En este sentido, Cisneros recuerda que el propio plan de la UE recoge que “debe haber especialistas en enfermedades infecciosas”, porque “usar bien los antibióticos es la clave.

Uno de los instrumentos del Plan de Acción europeo es la Acción Conjunta Europea sobre Resistencia a los Antimicrobianos e Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (EU-JAMRAI, por sus siglas en inglés), que contribuirá a hacer frente a este problema. Por ello, miembros de la Comisión Europea, responsables políticos y organizaciones de 28 países se reunieron el 13 de septiembre en el Ministerio de Sanidad galo para lanzar la EU-JAMRAI, una acción coordinada por Francia, a través de su Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM). Cuenta con 44 participantes y 38 socios colaboradores de toda Europa y financiación de los participantes y el Programa de Salud de la UE con un presupuesto total de 6.963.604 euros, que engloban los 4.178.162 euros aportados por la Comisión Europea.

Para el comisario europeo de Salud, Vytenis Andriukaitis, la acción “asegura que las políticas para el control de la resistencia y las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria se adoptan y se aplican de manera coordinada en todos los países de la UE”, según manifestó.

También la OMS

Las resistencias a los antibióticos también fueron abordadas durante el Comité Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), celebrada durante la semana pasada en Budapest. En su intervención Xavier Prats Monné, director general de Salud Pública y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea (DG Sante) señaló tres ámbitos de actividad en los que la Comisión reconoce el imperativo de una estrecha colaboración con la OMS: la prevención y la gestión de las pandemias; abordar la resistencia a los antimicrobianos desde una perspectiva de ‘una salud’ (tanto la animal como la humana); y promover la vacunación. “Nuestros ciudadanos no perdonarán a nuestras dos organizaciones si no somos capaces de superar las diferencias, así que ambos trabajamos para la misma agenda”, señaló.