Carlos B. Rodriguez Madrid | viernes, 01 de marzo de 2019 h |

En un contexto internacional de fuerte competencia por crear entornos que atraigan inversiones atractivas, como puedan ser las del sector farmacéutico, la Comunidad de Madrid, oficialmente constituda ya como bioregión, ha dado un gran paso para estar a la altura de las circunstancias y atraer el máximo de inversiones posibles. Con estas palabras recibía el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, la constitución de BioMad, un punto de encuentro para establecer colaboraciones y sinergias entre instituciones públicas y privadas en el campo de la investigación, para transferir el conocimiento a otros sectores e industrias, para impulsar la captación de recursos y para lograr un crecimiento económico sostenido y sostenible. Toda la industria biomédica representada por la patronal de la industria farmacéutica innovadora, así como por la de tecnología sanitaria —Fenin— y la de bioempresas —Asebio— ha puesto su conocimiento, experiencia y capacidades al servicio de BioMad, consciente sin embargo de que este tipo de iniciativas tiene que tener un alcance temporal a medio y largo plazo y que es fundamental que los poderes públicos garanticen esta estabilidad.

“Confiamos en que este primer paso venga seguido de otros que consoliden su estructura y los medios humanos y económicos que garanticen que la Comunidad de Madrid está a la vanguardia en I+D+i”, aseguró Margarita Alfonsel, secretaria general de la patronal de tecnología sanitaria. Sus palabras se vieron refrendadas por Ion Arocena, presidente de Asebio. “Esperamos —apuntó— que la iniciativa sea capaz de concitar el apoyo de los grupos parlamentarios de la Asamblea y de los sucesivos gobiernos que vengan para seguir desarrollándola”.

Un pensamiento global

Fenin, Farmaindustria y Asebio son tres de las 22 entidades del ecosistema de la I+D biomédica que se han dado cita en BioMad, en representación del sector empresarial, de los institutos, de las universades y de los centros de investigación, para hacer de Madrid un imán de financiación, proyectos, conocimiento y talento. Centro aglutinador de la I+D+i biomédica a nivel nacional, la Comunidad posee un ecosistema en biociencias que le hace una de las regiones más competitivas y atractivas a nivel europeo. Así lo resaltaron los datos expuestos por el presidente regional, Ángel Garrido, tras firmar el convenio BioMad con los consejeros de Sanidad —Enrique Ruiz Escudero— y Educación e Investigación de la CAM —Rafael van Grieken—. “En la Comunidad de Madrid hay más de 48.700 trabajadores dedicados a la I+D, 14 universidades, ocho institutos de investigación sanitaria, 22 centros de transferencia de tecnología, cinco parques científicos y más de 250 empresas farmacéuticas, de biotecnología y de tecnología sanitaria”, destacó.

Bajo el paraguas de BioMad se quiere competir con iniciativas internacionales como Uppsala BIO (Suecia), Medicon Valley (Dinamarca y Suecia) o Medicen Paris Region (Francia), llegando allí donde los esfuerzos individuales, por si solos, no pueden llegar. “Pretendemos abordar proyectos de gran alcance y complejidad en áreas estratégicas, aumentar la captación de recursos y una mayor inversión en investigación biomédica y fomentar la coordinación y la dinamización de recursos entre las instituciones dedicadas a la investigación, desarrollo e innovación, haciendo un uso adecuado de los recursos y de la infraesturcturas y potenciando la masa crítica actual”, explicó Teresa Chavarría, directora general de Planificación, Investigación y Formación de la Consejería de Sanidad de Madrid.

Los distintos representantes del ecosistema que componen BioMad confirman las promesas que despierta esta iniciativa, con la que el PP de Madrid cumple una de sus principales promesas electorales en el ámbito sanitario. “Es difícil pensar que individualmente, ni un grupo ni una institución puedan realizar proyectos de gran envergadura. Para ello es imprescindible un entorno colaborativo y de confianza”, reclamó Rafael Garesse, rector de la Universidad Autónoma de Madrid.

Desde el ámbito de los hospitales, Thierry Bardinet, director de la Fundación de Investigación en Biomedicina del Gregorio Marañón, destacó que la llegada de BioMad implica múltiples oportunidades, pero también un gran reto para los agentes: una nueva forma de trabajar en el sistema de I+D. “Tendremos que aprender a pensar globalmente y actuar localmente. No podemos olvidar que la acción está en las universidades y los hospitales”, recordó.

Muy cercanos a los hospitales, y dado su objetivo de promover y desarrollar la investigación biomédica básica, clínica, epidemiológica, para mejorar o impulsar la investigación traslacional, es decir, la transferencia a la práctica clínica, los institutos de investigación sanitaria constituyen uno de los ejes clave sobre los que orbitará la bioregión. En su representación, Joaquín Arenas, director del Instituto de Investigación Sanitaria 12 de octubre, puso énfasis en la importancia de BioMad desde el punto de vista de una colaboración público-privada que favorecerá, en su opinión, el fomento de la investigación biomédica orientada al paciente y a la enfermedad.