E.m.C/c.m.l. Madrid | viernes, 04 de mayo de 2018 h |

“Sabemos que cada comunidad autónoma tiene un proceso diferente para evaluar el acceso a un tratamiento oncológico y no siempre se aprueba siguiendo las recomendaciones de los IPT, aunque las comunidades hayan colaborado en su elaboración”. Así se pronuncia Ruth Vera, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica y de la Comisión de Acceso de esta sociedad científica, que está trabajando en una actualización del estudio sobre accesibilidad a medicamentos oncológicos que lanzó en el año 2015.

Este trabajo, según ha explicado Vera a GACETA MÉDICA, tiene pensado analizar el proceso que se sigue a nivel europeo, central y autonómico para la evaluación y aprobación de estos fármacos. “Vamos a analizar la trazabilidad de los tiempos de aprobación de las diferentes entidades reguladoras, así como la variabilidad”, ha añadido la presidenta de SEOM. El estudio, que se encuentra en fase de revisión de la metodología a utilizar, contará con un análisis cuantitativo y cualitativo.

La Comisión de Acceso de SEOM está integrada por expertos de reconocido prestigio nacional e internacional especializados en diferentes patologías, con un gran peso específico en la comunidad científica, en las comisiones evaluadoras y con una amplia experiencia en la gestión clínica. Además, cuentan con una amplia representación geográfica de todo el territorio.

Indicadores de medición

La SEOM también ha puesto en marcha varios grupos de trabajo para revisar indicadores que permitan analizar resultados en salud. El objetivo de esta iniciativa es estandarizar indicadores de medida de resultados en salud en Oncología, integrando datos de práctica clínica de pacientes de cáncer colorrectal, mama y pulmón, en enfermedad avanzada, para desarrollar un cuadro de mandos de aplicación en estrategias de evaluación sanitaria.

En la primera fase del proyecto, denominado OncoEVALUA, los expertos trabajan para establecer un consenso de indicadores de medida de resultados. En una segunda fase, en 2019, se hará un pilotaje para que, un año después, pueda ser utilizado en los distintos servicios de Oncología.