J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 12 de enero de 2018 h |

La ponencia sobre Medicina Personalizada comenzó su andadura el pasado martes en el Senado. Lo hizo con la comparecencia de cuatro especialistas médicos que dibujaron el panorama actual español para evidenciar los retos que tienen por delante los grupos políticos en materia legislativa. Fue la primera sesión de, aproximadamente, quince que se producirán durante los próximos seis meses. En concreto habrá citas todos los martes de enero y, posteriormente, dos martes al mes (en las semanas que no haya Pleno en la Cámara Alta).

Los cuatro primeros expertos que comparecieron fueron Carmen Ayuso, Juan Cruz Cigudosa, Fernando Carballo y Carlos López Otín. Aunque la sesión fue a puerta cerrada algunas de las conclusiones traspasaron las barreras arquitectónicas del Senado. Entre ellas hay dos destacables: la necesidad de equidad dentro del territorio nacional para que la futura estrategia de Medicina Personalizada tenga el éxito que se pretende y el reconocimiento de la especialidad médica de genómica dentro de los planes de formación. Así lo reconocieron a EG tanto el portavoz del PP como del PSOE, Antonio Alarcó y José Martínez Olmos, respectivamente. “Hay un planteamiento general señalando la oportunidad de haber hecho la ponencia de estudio. Nos trasladan la importancia que tiene la genómica y la preocupación por las inequidades que puedan existir en el Sistema Nacional de Salud” afirmó el senador socialista. De hecho, este es uno de los puntos donde más incidieron expertos como Cruz Cigudosa.

En relación a la necesidad de reconocer la especialidad de genómica, Alarcó señaló que España se encuentra a la cola de Europa en este aspecto. “Lo primero que hay que decir es que la genómica ya está aquí y ahora hay que adecuarla. España tiene grupos individuales de gran peso mundial pero se hace imprescindible tener una especialidad en la formación como tienen 23 países europeos”, afirmó.

Más allá de estas dos reivindicaciones concretas, los senadores también son conscientes de que nada se puede llevar a cabo si no se acompaña de una financiación correcta. “Detrás de esto tiene que haber presupuesto y tiene que haber colaboración público privada con transparencia”, afirmó Alarcó, mientras Olmos también explicó que es “imprescindible planificar y hacer una estrategia pronto con presupuesto específico, en la línea con lo que anunció la ministra de Sanidad”. Para tratar de calcular el impacto presupuestario basta con mirar a Estados Unidos o varios países europeos. Por poner un ejemplo, en diciembre de 2012, el presidente británico David Cameron anunció un Plan para transformar el tratamiento del Cáncer llamado 100.000 Genomas dotado con 300 millones de libras en 5 años y cuyos resultados se verán en 2019. El programa está acompañado de una institución sobre genómica y un plan de formación para los profesionales del NHS.

Palabra de experto

Además de exponer los retos ya comentados, los expertos también ofrecieron una visión general de la situación en la que está ahora España y el camino que debe recorrer para que la medicina de precisión sea una realidad. El presidente de Facme, Fernando Carballo, fue uno de los especialistas que comparecieron y compartió su experiencia con este periódico. “No entré a profundizar en ningún campo, pero sí en el impacto que esta forma de plantear la medicina tendrá sobre la práctica clínica y cómo el modelo de corporación y toma de decisiones es muy interesante. Se trata de saber cuál es la capacidad del genoma para influir en las manifiestaciones de las enfermedades a través de un modelo de interacciones como la ómica. Con el manejo de grandes bases de datos se puede obtener información, permitiendo estratificar a pacientes y adecuarles el tratamiento”, afirmó Carballo.

Otro de los expertos que ha ofrecido sus impresiones a EG tras la primera sesión fue Cruz Cigudosa, presidente de la Asociación Española de Genética Humana (AEGH). El especialista explicó a los senadores su visión de cómo debe llevarse a cabo la estrategia de Medicina de Precisión. “A nosotros nos gusta mucho el modelo anglosajón porque pone al paciente en el eje de sus objetivos y no está tan centrada en dotarnos de grandes centros de secuenciación”, explicó.