Madrid | viernes, 01 de diciembre de 2017 h |

El Comisionado para la Equidad de la Alianza General de Pacientes, Ángel Gil de Miguel, acaba de publicar un informe técnico que analiza la situación de la vacunación contra la gripe en nuestro país. Según sus datos, la cobertura en España ronda el 55 por ciento, aunque en los profesionales sanitarios se reduce a un 19 por ciento en algunas comunidades autónomas.

Entre otros puntos de mejora, el informe evidencia la falta de información disponible sobre las coberturas vacunales de la gripe a nivel autonómico. Mientras en algunas de ellas se ofrecen incluso datos específicos por grupos de riesgo, la mayor parte ofrece información dirigida a público general y población de riesgo, como mayores de 65 años y, en algún caso, embarazadas.

Ángel Gil de Miguel subraya que este informe “pretende llamar la atención sobre la importancia de la vacunación y poner de manifiesto que tenemos mucho camino por recorrer, pero que entre todos podemos llegar a dar una respuesta efectiva y eficiente a una enfermedad que cada año deja una importante huella en nuestro sistema sanitario”.

Para alcanzar las recomendaciones de la OMS, el informe propone algunas iniciativas como elaborar un registro nacional y autonómico de las vacunas administradas en función de los principales grupos de riesgo, así como mejorar la accesibilidad a la vacunación, especialmente entre los profesionales sanitarios, ofreciendo flexibilidad de horarios, citas y lugares.

Otra recomendación pasa por impulsar campañas informativas y de concienciación al público general y a los grupos de riesgo, además de otros consejos como realizar recordatorios postales a los grupos diana. El informe también propone aprovechar la oportunidad de los diferentes programas de salud para incrementar la captación de los principales grupos de riesgo (seguimiento de diabéticos, hipertensos, ancianos, niños, gestantes…). Asimismo, en el entorno hospitalario, plantean que se ofrezca la vacunación antes del alta de los pacientes de grupos de alto riesgo, que puede administrarse en casa en hospitalización domiciliaria.