MARCOS GARCÍA Madrd | viernes, 03 de febrero de 2017 h |

Las diversas incertidumbres que genera el paulatino y constante aterrizaje de los medicamentos biosimilares en España fueron objeto de un intenso debate promovido por la patronal Biosim y Fundamed bajo el título ‘Medicamentos biosimilares. Explorando vías de acceso a la innovación en la Comunidad de Madrid’. Un selecto grupo compuesto por profesionales sanitarios, profesores universitarios, gestores públicos y políticos debatieron sobre los principales retos que genera esta realidad, y que giró en torno a la intercambiabilidad y las distintas maneras de introducir medidas normativas y económicas que favorezcan una correcta llegada del biosimilar.

De entrada, el profesor de la Universidad de Castilla La Mancha, Álvaro Hidalgo, puso el dedo en la yaga al señalar uno de los meollos en el campo de los biosimilares. “Para el legislador es verdad que el biosimilar produce ahorro si se utiliza. Lo que hace que baje el precio de los medicamentos innovadores es la existencia del biosimilar. Deberíamos garantizar de alguna forma la penetración de los biosimilares para que sean rentables y que haya empresas que inviertan”, aseguró.

En ese sentido, Hidalgo propuso varios modelos. “Necesitamos una estrategia de política farmacéutica: Europa ha sido pionera en esto. Si hacemos precios de referencia deberíamos tener una política farmacéutica que garantice el uso prioritario del biosimilar. Otros países tienen una bajada de precios para los biosimilares durante un tiempo. Pero es un entorno hospitalario y habría que cambiar muchas cosas en ese campo porque se negocian precios. Yo no soy muy partidario de los precios de referencia”, concluyó.

Para abordar esta disyuntiva Encarnación Cruz, subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios del Servicio Madrileño de Salud, señaló que, “el ámbito de uso del biosimilar es el hospitalario y tiene un proceso de compra diferente. Debería haber una estrategia nacional para hacer al biosimilar atractivo. En los procesos de compra hospitalaria de biosimilares la reducción de precio está en torno al 50 por ciento. Nosotros no podemos comprar un medicamento con exclusividad si hay competencia, nos obliga la Ley de Contratos del Sector Público”, aseguró la gestora sanitaria de la Comunidad de Madrid.

No a la sustitución automática

Otro de los principales problemas que tienen los biosimilares en España es el debate entre intercambiabilidad y sustitución. Federico Díaz, director de la Unidad de Investigación de la Sociedad Española de Reumatología (SER), indicó que “hay hospitales que sustituyen automáticamente. Eso se hace mal, ya que con la sustitución no ahorras un duro. Hay gente muy obtusa que no se da cuenta que el ahorro del hoy es el gasto del mañana. Un médico cuando se enfrenta a un paciente en lo primero que piensa a la hora de tomar una decisión no es lo económico, pero aseguro que es lo segundo”, explicó.

JoaquínHinojosa, vicepresidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) señaló que “en el área digestiva la percepción es que hubo una actitud completamente negativa a la introducción del biosimilar. No se sabía lo que significaba extrapolar, sustituir y lo que es la intercambiabilidad. En la Comunidad Valenciana, los hospitales que cuentan con un cien por cien de uso de biosimilares ha sido por sustitución, efectuado de manera directa por el servicio de farmacia. Es un tema que puede tener implicaciones legales” aseveró Hinojosa.

En cambio, Mario García, jefe de servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital de Fuenlabrada, mostró su experiencia personal. “En pacientes naïve tenemos cien por cien de uso de biosimilar. La estrategia fue clara, sentarnos en una sesión clínica y multidisciplinar en la que estaban presentes clínicos, gestores farmacéuticos, equipo directivo del hospital. Esa sesión generó un consenso naïve sí, switching no porque faltaban datos “, aseveró.