C. Rodríguez Madrid | viernes, 15 de noviembre de 2019 h |

Los beneficios de la triple terapia en EPOC están más que demostrados: se trata de una intervención efectiva, que mejora la adherencia de los pacientes más graves con riesgo de sufrir una agudización… Pero ante el cual, sorprendentemente, la Administración mantiene un visado que, además, no se ajusta a lo establecido en la ficha técnica. La conveniencia de revisar estos aspectos han sido recordados durante la VIII Jornadas de la Adherencia al Tratamiento organizadas por el Grupo OAT. “La Administración debe realizar esfuerzos para facilitar el buen cumplimiento; considero que el visado tiene poco sentido y en todo caso hay que ajustarlo a la ficha técnica”, asegura Pilar de Lucas, vocal de su Comité Científico.

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es una enfermedad con una prevalencia alta: del 11,8 por ciento en la población mayor de 40 años; del 20 por ciento en mayores de 70 y del 30 por ciento en mayores de 80 años. Su tratamiento es eficaz. “Se basa en el uso de fármacos broncodilatadores, más/menos corticoides inhalados”, comenta De Lucas. Pero existe un grupo de pacientes de riesgo (personas con enfermedad más evolucionada y en riesgo de exacerbación), en los cuales la indicación está establecida en una asociación de los dos broncodilatadores —LAMA y LABA— y el corticoide inhalado.

Hasta ahora se disponía de combinaciones de LABA y corticoide, con lo que era preciso incorporar un segundo dispositivo que proporcionase el LAMA. Pero hoy ya tenemos la triple terapia en dispositivo único, que en uno de los dos casos existentes se puede administrar una vez al día y dos veces al día, en el otro.

Los efectos, según la vocal del Comité Científico del Grupo OAT, han sido de sobra demostrados. “El usar un solo dispositivo facilita el tratamiento. Las publicaciones reflejan que aumenta la satisfacción del paciente y que, por tanto, mejora la adherencia. También es coste-efectivo porque aplicar la triple combinación en los pacientes en los que está indicada retrasa las exacerbaciones y disminuye los costes. Y utilizar el inhalador único resulta todavía más coste-efectivo porque es más barato que sumar las dos medicaciones que necesitaría por separado”, explica.

En España, la ficha técnica del producto tiene indicación recomendada en pacientes con enfermedad moderada en riesgo de agudización que no tengan buen control mediante broncodilatadores y en los que haya que añadir un corticoide inhalado. Pero estas indicaciones no se corresponden a las establecidas por el visado, que exigen que el paciente esté previamente con la triple medicación en distintos dispositivos y que en situación estable. “Además, no indica durante cuánto tiempo y no permite aplicarla en pacientes graves que acaban de sufrir una agudización y a los que, por tanto, hay que cambiar a la triple terapia”, añade De Lucas.

Es por esto que esta experta comparte el criterio que ya han defendido las sociedades científicas, que apelan a que, si se opta por mantener el visado, al menos se ajuste a lo que dice la ficha técnica. La vocal del Comité Científico del OAT recuerda que actualmente las tasas de adherencia en EPOC en España rondan el 50 por ciento, en consonancia con lo publicado en la literatura internacional, y que, en oposición a las ‘prestaciones’ que ofrece el uso de los dispositivos de inhalación única, la baja adherencia va asociada a un incremento en agudizaciones, en los costes de la enfermedad y en la calidad de vida de los pacientes.