J. R-T / C.L. Madrid | miércoles, 24 de mayo de 2017 h |

En los últimos meses, la Comisión de Sanidad del Senado ha dado pasos importantes. La Cámara Alta puso la primera piedra para un Pacto por la Sanidad. También, han cambiado el rumbo del decreto de prescripción enfermera y están pidiendo un aumento del presupuesto en el Fondo de Cohesión. El PP ha estado presente en todos estos acuerdos. Su portavoz Antonio Alarcó comenta los ejes de la estrategia que su partido llevará a cabo.

Pregunta. ¿En qué punto está el Pacto por la Sanidad?

Respuesta. Para mí este Pacto es un orgullo. Aunque espero que no sea una frustración. Se han dado los pasos de verdad. El Senado es la cámara perfecta para consensuar las bases de este acuerdo, y llenar esa mesa de negociación de todos los contenidos. Ahora, el problema es que estamos inmersos en los presupuestos, en una legislatura peculiar, y los PGE paran todos. Estamos pendientes de ir incorporando de lo que en la Comisión de Sanidad se aprobó: enfermedades raras, el acuerdo de prescripción enfermera… ¿De qué se llenará este Pacto? De todo lo que digamos los representantes públicos.

P. Pero, ¿cuáles son las claves?

R. Lo primero de todo, hacer sostenible el sistema. Tenemos la mejor sanidad del mundo, gobierne quien gobierne, es un logro conseguido entre todos. A partir de que sea sostenible. Hacer una cartera de servicios universal, para todos los españoles. No puede haber de todo y para todos. Tenemos que decir a los ciudadanos de que una vida no tiene precio, pero la sanidad tiene un coste y los recursos son limitados.

P. Sin embargo, el Pacto por la Sanidad tiene dos vertientes que habrá que acordar: una financiación, y por otro lado, la cartera de servicios universal, pero, ¿cómo se equilibraría esta cartera?

R. Se haría con lo que digamos los representantes públicos. En cuanto a la financiación, hay que tener en cuenta de que el sistema sanitario se nos gripa, si no somos capaces de hacerlo sostenible. La sanidad no es gratuita, es de financiación pública, por lo que es carísima. Hay que tener cuidado hace seis años se debía 19.000 millones de euros que se gastaron y que no se pagaron. Si esto hubiera seguido así en una empresa normal, ya estaría en banca rota. Es verdad que en la salud no es lo mismo, pero al final hay que pagarla. Por otra parte, nunca ha habido tanto dinero para la Sanidad en España como hasta el momento, con el 63 por ciento del presupuesto, y previsiblemente contará con un dos por ciento más, si finalmente lo conseguimos, que irá para el Estado del Bienestar. A partir de aquí, debe existir una racionalización del gasto. Hay que profesionalizar la gestión, no se puede hacer política con la sanidad, se puede hacer política sanitaria.

P. Por tanto, los ciudadanos tienen que aceptar que la sanidad pública no cubrirá todo…

R. Cubrirá todo lo que digamos todos los españoles, nada más y nada menos. A esto le tenemos que dar un coste que tenemos que acordar entre todos, y hay que aprobar los presupuestos. Le pongo un ejemplo: la sanidad pública está poniendo lentillas intraópticas a ciudadanos con 80 años, estamos todos de acuerdo en hacerlo, sin embargo, todo tiene un límite. Para meter más dinero en la sanidad hay que hacer una gestión más eficaz. No es que tengamos malos gestores, pero es mejorable. Además hay que hacer temas de ahorro, no para no invertir sino para invertir más en una enfermedad. Por ejemplo, mediante la central de compras. La alta tecnología no es abordable para la sanidad pública si la compramos, pero sí por leasing, ya que se pagas intereses pero no el producto. De este modo, la sanidad pública podrá aportar toda la tecnología a los ciudadanos