Ángela de Rueda Bruselas | viernes, 08 de septiembre de 2017 h |

Si ‘la política es el arte de lo posible’, como dijo Aristóteles, “la política es donde la crisis de la obesidad será resuelta, simple y llanamente”, como señaló Sandro Demaio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la inauguración del congreso anual de la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA). El pasado 7 de septiembre los asistentes al encuentro llamaron a implicar a todos los agentes, ante el estancamiento de la acción, para frenar el aumento de las patologías crónicas.

En esa misma línea se manifestó Maris Jesse, secretaria general adjunta de Salud Pública de Estonia para quien “es importante tener evidencia, presionar para hacer lo correcto, mantenerse enfocado hasta que se abra la ventana política para que las decisiones se tomen”.

La respuesta del comisario europeo de Salud, Vytenis Andriukaitis, se centró en la prevención y en la necesidad de financiarla. El comisario se hizo eco del llamamiento a la acción y quiso lanzar “una vez más un mensaje a todos nuestros gobiernos, a los Estados miembros, al Parlamento Europeo sobre las nuevas perspectivas financieras plurianuales: la necesidad de fortalecer nuestra capacidad financiera para mejorar la prevención”. Así, Andriukaitis apostó por llevar a cabo acciones conjuntas a nivel europeo para reducir el número de enfermedades crónicas, así como por “desarrollar nuestras capacidades analíticas para hacer nuestros sistemas europeos más estables, resilientes y accesibles a la gente”, añadió.

En el debate sobre cómo las inversiones y los nuevos modelos de negocio pueden ayudar a prevenir las enfermedades crónicas, Dave Prescott de The Partnering Initiative destacó las oportunidades de negocio para el sector privado al cambiar las prácticas para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En total estimó más de 12 billones de dólares al año para el 2030.

La EPHA celebró su Asamblea General el 6 de septiembre, un acto en el que Fundamed participó como única entidad española. En el evento se pusieron de manifiesto los temas candentes en la salud pública europea: salud digital —prioridad para el semestre europeo—, mercado y salud y las resistencias antimicrobianas, entre otras. Uno de los mensajes clave de la asamblea fue la necesidad de impulsar la salud pública en la UE, no sólo bajo el principio de subsidiariedad sino asumiendo tareas y objetivos al máximo nivel de implementación en los Estados miembro.