J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 02 de febrero de 2018 h |

La unión hace la fuerza. Este es el lema que emanó del grupo de trabajo que nació en La Valeta (Malta) hace nueve meses tras un encuentro entre los ministros de Sanidad de seis países europeos enmarcados geopolíticamente en el sur de Europa: España, Italia, Chipre, Portugal, Malta y Grecia. El objetivo no es otro que alcanzar un acceso equitativo a las terapias farmacológicas innovadoras (específicamente biológicos y medicamentos destinados a enfermedades raras) y compartir experiencias de éxito en las negociaciones con la industria farmacéutica.

La semana pasada se celebró en Madrid la tercera reunión de este grupo de trabajo con dos nuevos socios (Eslovenia y Croacia) y un tercer país (Francia) que actuó como observador. “Trabajar juntos nos permite reducir las desigualdades en el acceso a los medicamentos innovadores, sobre todo biológicos y los destinados a enfermedades raras. Los países aquí representados representamos a 230 millones de europeos de los 500 que hay, es decir, el 45 por ciento de la población”, aseguró la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, que actuaba como anfitriona de esta tercera reunión.

Las estrategias que van a compartir los ocho países europeos estarán centradas en pruebas pilotos sobre algunos medicamentos —cuyos nombres no trascendieron por “cuestiones de confidencialidad”, dijo Montserrat— pero no abordarán cuestiones más ambiciosas como la compra centralizada. “Nosotros somos un país de 47 millones de habitantes pero hay otros con mucha menos población a los que les cuesta acceder a los nuevos medicamentos. Por tanto hemos llegado a la conclusión de que somos la Unión Europea y debemos trabajar en la homogeneización del acceso y las relaciones con la industria”, explicó Montserrat poco después de descartar dicha fórmula de adquisición.

Durante la reunión la ministra de Sanidad puso en valor algunas de las políticas españolas para que el resto de países pudieran conocer sus resultados. Así, Montserrat explicó el sistema de precios de referencia, que prevé un ahorro para este año de 88,7 millones de euros, o la compra centralizada de medicamentos.