“El Grupo Parlamentario Socialista registra una serie de enmiendas con el fin de recuperar el carácter universal del SNS (…); el restablecimiento del Fondo de Cohesión en 100 millones de euros, con el fin de garantizar la igualdad de acceso en todo el territorio español, así como un fondo de innovación sanitaria por importe de 150 millones para ayudar a las comunidades autónomas a incorporar nuevas terapias de alta eficacia como para la hepatitis C, que el Gobierno promete pero luego deja la responsabilidad de su financiación en manos de las comunidades autónomas”. El 25 de mayo de 2017, el portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso, Jesús María Fernández, pronunciaba estas palabras en el marco del debate del proyecto de PGE para ese año, como culminación de un proceso de demanda anterior del PSOE en materia sanitaria y que se ha mantenido hasta la fecha… Aunque no ha podido materializarse en el Proyecto de PGE para 2019.
“El presupuesto per capita en el País Vasco en 2018 era de 1.693,49 euros y en Andalucía de 1.166,39 (…) Queda pendiente el importante capítulo de la financiación de las CCAA”
Los presupuestos que (sic) “blindan el Estado del Bienestar, reforzando las partidas destinadas a educación, sanidad, dependencia y pensiones, a la vez que se preserva la sostenibilidad del sistema en el medio y largo plazo”, no incluyen en cambio ninguna partida para financiar la innovación farmacéutica; ni permiten la puesta en marcha del Fondo de Garantía Asistencial, ni incrementan la dotación del Fondo de Cohesión Sanitaria, como se ha pedido reiteradamente, para garantizar la igualdad en el acceso en el SNS.
Durante la presentación de los presupuestos para su departamento, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, justificó la renuncia a los ‘caballos de batalla’ relativos al Fondo de Cohesión y el FOGA apelando a la necesidad de llevar a cabo una modificación normativa del primero para consensuarlo con las comunidades autónomas y al desarrollo que sigue pendiente del segundo.
Sea como sea, la congelación del Fondo de Cohesión en los 3,7 millones de euros, y la ausencia del esperado fondo para innovaciones farmacéuticas, unido al retraso que acumula la reforma del modelo de financiación, aboca al Sistema Nacional de Salud a nuevas tensiones territoriales, a costa de las innovaciones terapéuticas que están por venir, como por ejemplo las CAR-T, terapias cuya financiación está actualmente en el ojo del huracán.
El Gobierno apela a la necesidad de consensuar una modificación normativa del Fondo de Cohesión
Copago farmacéutico
A falta de cerrar el capítulo financiero, los titulares que han dejado los presupuestos en política sanitaria son básicamente dos. El primero, la eliminación del copago farmacéutico que, de aprobarse el proyecto de PGE, se llevaría a cabo mediante una modificación normativa y sin partida presupuestaria específica. Los recursos que reciben las comunidades autónomas para gestionar servicios públicos esenciales, como la educación o la sanidad, se incrementarán en 2019 un 6,2 por ciento, hasta llegar a los 110.570 millones de euros. Y de esta cifra saldrán los entre 300 millones de euros asociados a la eliminación del copago farmacéutico para los colectivos más vulnerables, según confirmó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
“Cuando el PP incorporó el copago, no introdujo ningún cambio de financiación en las comunidades autónomas. Igual ahora. Es competencia de las comunidades autónomas y son ellas las que tienen que financiarlo con las transferencias”, explicó la ministra, quien añadió: “Las transferencias se han incrementado y permitirán abonar el copago”. La modificación normativa, fruto del pacto alcanzado con Podemos para tramitar el proyecto de Ley de Unificación de la Cartera de Servicios y que también cierra la puerta a otros posibles copagos (como el transporte sanitario no urgente o los productos dietéticos), garantizará que la medida se ejecuta en todas las comunidades, beneficiando, según estimaciones del Ministerio de Sanidad, a 7,8 millones de personas, entre pensionistas que ya no tendrán que pagar por sus medicamentos (unos 5,3 millones) y personas con menores a su cargo (unos 2,5 millones).
El copago farmacéutico se eliminará mediante cambio normativo y sin partida específica en los PGE
El segundo gran titular tiene que ver con el incremento que experimenta la partida para Dependencia: un 59,3 por ciento, 831 millones de euros que permiten alcanzar la mayor partida registrada en atención a la dependencia —2.232 millones de euros— desde que se creó este pilar del estado del Bienestar. Gracias a ello, el Ministerio de Sanidad eleva su dotación un 40,9 por ciento.
Los portavoces de Sanidad opinan…
Este es un extracto de cuatro artículos de opinión en los cuales los portavoces de Sanidad de los cuatro principales grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados exponen su visión sobre el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2019.
Jesús María Fernández, portavoz de Sanidad del PSOE
“Los presupuestos son buenos para la suficiencia y la sostenibilidad. Incrementan en casi 6.700 millones los fondos de las CCAA para hacer frente a sus competencias, sanidad la más voluminosa”
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Teresa Ángulo, portavoz de Sanidad del PP
“Este presupuesto supondrá una subida de impuestos a los españoles, que tendremos que pagar una media de 300 euros más al año. Desde luego el giro social no se ve por ninguna parte”
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Francisco Igea, portavoz de Sanidad de Ciudadanos
“Donde dije 100 millones para el Fondo de Cohesión dejo los 3 que puso el PP. Donde dije 150 millones de euros que había que destinar a innovaciones terapéuticas en farmacia ahora digo 0”
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Amparo Botejara, portavoz de Sanidad de Unidos Podemos
“El presupuesto per capita en el País Vasco en 2018 era de 1.693,49 euros y en Andalucía de 1.166,39 (…) Queda pendiente el importante capítulo de la financiación de las CCAA”
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