Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 21 de junio de 2019 h |

El debate mundial abierto en torno a la transparencia de la información en el mercado farmacéutico no ha terminado de cerrar un capítulo cuando está abriendo otro. Después de Ginebra, el siguiente escenario será Nueva York, que el 23 de septiembre de 2019 acogerá la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre cobertura sanitaria universal. El borrador de la declaración política que se quiere elevar a este foro para su aprobación ya incluye cambios sobre su versión inicial con el objetivo de ‘enmendar’ la resolución aprobada en la 72ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS) y volver así a incluir en la agenda política internacional la exigencia de transparencia en los costes de la I+D de la industria.

La resolución aprobada en la Asamblea Mundial de la Salud era muy clara en relación a la exigencia de transparencia en los precios de los medicamentos, pero no así en relación a la transparencia de los costes de la I+D. Después de días de intensas negociaciones, este requerimiento tuvo que ser sacrificado en aras del consenso, lo que a juicio de sus defensores —los países que, como España, impulsaron la resolución así como múltiples organizaciones de la sociedad civil— empañaba el éxito de esta resolución, limitándolo al terreno de la voluntariedad y las buenas intenciones de los estados.

Quiso la casualidad que el día en que la AMS adoptó su resolución sobre transparencia en el sector farmacéutico fuera el mismo día en que estaba previsto que comenzara la ronda de consultas para iniciar el borrador de la declaración de Nueva York. Según Health Policy Watch, una plataforma digital que trabaja desde Ginebra en torno a los principales debates, tendencias y noticias mundiales en materia de salud, ya circula una versión que modifica la versión original de la propuesta de declaración de cobertura sanitaria universal, que expresamente modificaría este punto para pedir a los estados, literalmente, que incrementen la transparencia en los costes de la I+D.

El modelo de I+D

Quienes promueven estos cambios quieren un texto todavía mucho más ambicioso que incluya también, por ejemplo, la transparencia en los precios que se negocian en cada país. No obstante, las expectativas sobre las posibilidades de esta resolución son limitadas. Si bien la transparencia en el mercado farmacéutico era el eje sobre el cual orbitaba el 100 por cien de la resolución impulsada en la AMS, en la declaración de Nueva York, que actúa sobre unos principios más amplios, no es ni mucho menos el topic principal y es previsible que no la valore al mismo nivel.

En las futuras negociaciones en torno al borrador de cobertura sanitaria universal no sólo se seguirá debatiendo en relación a la trasparencia en los costes de la I+D, sino también en relación a los incentivos a la I+D farmacéutica. Aquí, el borrador anima a promover incentivos innovadores y mecanismos de financiación, incluyendo un partenariado público-privado “más sólido y transparente”; aumentando la I+D con fondos públicos orientada a las necesidades de salud pública y apostando por incentivos guiados por los principios básicos de seguridad, accesibilidad, efectividad, eficiencia y equidad y considerados “como una responsabilidad compartida”.

La sociedad civil reconoce que estos términos abren la puerta a discutir una reforma del sistema, pero cree que lo hace de manera demasiado sutil, en lugar de incluir de forma clara y manifiesta la apuesta por desvincular precios e I+D.