J. Ruiz-tagle Madrid | viernes, 02 de marzo de 2018 h |

La desfinanciación que se produjo en el verano de 2012 ha atraído la atención del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados. La escalada de precios que han registrado algunas de los 417 medicamentos que dejaron de estar bajo el paraguas del Sistema Nacional de Salud es, para este partido político, un síntoma de dejadez por parte del Ministerio de Sanidad. “Pedimos al Gobierno que tome medidas en el incremento desorbitado de los precios de los medicamentos que se desfinanciaron en el año 2012 y que, por tanto, tienen que pagar los pacientes su precio completo”, explica el portavoz socialista de Sanidad, Jesús María Fernández. Para este diputado, el problema es que los pacientes no solamente tienen que pagar íntegramente los medicamentos que antes estaban financiados, “sino que además por la dejadez del Ministerio de Sanidad los precios de estos medicamentos han crecido de una manera desorbitada, algunos de ellos hasta el doble y el triple de su precio en el año 2012”, afirma.

El PSOE maneja una serie de datos sobre algunos de estos medicamentos desfinanciados que, sin embargo, necesitan recata médica para ser dispensados por la oficina de farmacia, es decir, no son de venta libre. “Rinobactil, para la rinitis, cuya caja de diez cápsulas ha subido de 6,03 a 14,72 euros, Voltarén, que ha pasado de 3,09 a 7,88 o Pectox se encarece un 57 por ciento en su formato de solución oral (de 3,25 a 5,62)”, afirma Fernández. Asimismo, el diputado por Navarra destaca que otros medicamentos para los que no es necesario tener receta médica han subido exponencialmente su precio. “Entre las subidas de precio de fármacos excluidos de la sanidad pública en estos cinco años destacan las de algunos de los medicamentos de mayor consumo, caso del antidiarreico Fortasec, cuyo envase de 10 cápsulas se ha triplicado al pasar de 1,89 a 5,98 euros, mientras el de veinte cápsulas lleva camino de hacerlo, al subir de 2,81 a 7,95, lo mismo que algunos formatos del antiácido Almax, cuya caja de 60 comprimidos ha pasado de 3,95 a 7,76 euros”, añade.

Por todo ello, la semana pasada el PSOE registró en el Congreso de los Diputados una Proposición No de Ley, que deberá discutirse en la Comisión de Sanidad, donde insta al Ministerio a “adoptar las medidas pertinentes para bajar el precio de los medicamentos que en 2012 se retiraron de la financiación y a realizar un estudio sobre el efecto que la exclusión de estos medicamentos tiene en el cuidado de enfermedades crónicas, incluyendo sus indicaciones actuales, su posible sustitución por otras moléculas con mejor relación coste-eficacia, y el efecto desplazamiento indeseable que se haya podido producir hacia medicamentos de igual indicación pero mayor precio”. De hecho, el Gobierno reconoce que, de media, el precio de estos medicamentos ha pasado de 4,9 euros a 8,6 euros, un incremento del 75 por ciento.

El debate de las pensiones

El PSOE registró esta propuesta al mismo tiempo que centenares de pensionistas clamaban a las puertas del Congreso de los Diputados una mejora en sus pensiones. Para este grupo parlamentario, el debate de los medicamentos no se puede separar del de las pensiones por tener lazos comunes. “En un momento en que la sociedad se está movilizando por el incremento exiguo de las pensiones”, subrayan los socialistas, “es necesario tener en cuenta que no solamente las pensiones no suben lo que deberían, sino que además los pensionistas tienen que pagar mucho más por lo que antes no pagaban: mientras una pensión media ha subido en 2017 veinticinco euros al año, el precio que tienen que pagar por los medicamentos es, de media, 135 euros al año, si sumamos el copago que tienen que hacer por los medicamentos que todavía financia el SNS más los medicamentos que han dejado de estar financiados”.