Repaso al plan de cáncer desde su creación

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Nieves Sebastián Madrid | viernes, 14 de septiembre de 2018 h |

Poner en perspectiva la Estrategia Nacional Contra el Cáncer e identificar los retos del panorama actual. Son los dos objetivos principales que expusieron Eduardo Díaz-Rubio, primer coordinador de la Estrategia Nacional contra el Cáncer, y José María Borrás, coordinador actual de la Estrategia contra el Cáncer, durante la primera mesa redonda de la jornada ’15 años del primer plan de cáncer en España’.

Díaz-Rubio puso sobre la mesa que a pesar del gran avance todavía quedan muchos retos por cumplir, y explicó que a la hora de poner en marcha el primer plan en nuestro país el objetivo era llamar la atención sobre esta enfermedad, teniendo en cuenta que diferentes sociedades científicas, oncólogos de especialidades como la pediatría o la cirugía y agrupaciones de pacientes lo habían solicitado. Hasta 2003, año en que se puso en marcha el primer proyecto, ya se habían elaborado tres ‘libros blancos’ evaluando la situación de la enfermedad en nuestro país que sirvieron como semilla para ejecutar el primer plan. El oncólogo quiso poner en valor la sensibilidad que tuvieron las ministras encargadas de la cartera de Sanidad para poder llevar la iniciativa a cabo, empezando por Ana Pastor, de la que resalta que estuvo muy atenta a las recomendaciones de las sociedades científicas, y posteriormente Elena Salgado, que siguió un proyecto continuista en esta línea.

Respecto a los primeros pasos del plan, Díaz-Rubio remarca que “el gran éxito fue que se aprobara por unanimidad”. Considera que el consenso es un factor fundamental en estas estrategias, ya que contribuye a aspectos como la reducción de inequidades y la disminución de variaciones injustificadas. El experto opina también que estos objetivos deberían dirigirse mejorar la atención a los pacientes y a las personas sanas.

En este primer plan una de las prioridades fue incidir en la prevención de la enfermedad, tratando de eliminar de la sociedad hábitos nocivos como el tabaquismo, o implantar hábitos saludables de alimentación para prevenir patologías como la obesidad.


Díaz-Rubio y Borrás creen que el consenso fue una de las claves para que la estrategia funcionase con eficiencia


Mejora de diagnóstico y tratamiento

Ambos ponentes coincidieron en la necesidad de mejorar los registros sobre la enfermedad como paso fundamental para avanzar en diagnósticos y tratamientos. Creen que es necesario recopilar los datos sobre las diferentes tipologías de una manera estructurada, para actuar de una manera efectiva al contar con mayores flujos de información. En este sentido, José María Borrás incide en que “ la disponibilidad de bases de datos clínicas nos permitiría avanzar más rápido”, y cree también que este trabajo se podría realizar conjuntamente con instituciones europeas para obtener una visión más completa y no solo a nivel nacional.


Los dos directores apuntan al trabajo entre CC.AA. como claves para acabar con la desigualdad


Colaboración entre especialidades

Borrás también puso el foco en las bondades de la atención multidisciplinar, y cómo la colaboración entre distintos sectores de la oncología puede ayudar a conseguir mejoras a nivel global; además, considera importante que se singularicen los tratamientos para cada paciente para mejorar los pronósticos y actuar de una manera más certera, lo que opina que se solventará durante los próximos años. En este sentido cree que el ofrecer un servicio de mayor calidad a los pacientes en algunos casos puede pasar por la atención cuando se pueda en los centros de Atención Primaria en coordinación con los hospitales, lo que también conllevaría una optimización de los recursos en sanidad.

Ambos reforzaron la hipótesis de que las comunidades autónomas trabajen conjuntamente en base a la Estrategia establecida, ya que hay problemas como las diferencias entre pacientes que habitan en entornos rurales o urbanos que son más difíciles de subsanar.