Opinión

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Santiago de Quiroga Editor de EG | viernes, 01 de marzo de 2019 h |

Resulta notoria la ausencia de apoyo de ciertas instituciones farmacéuticas al Colegio de Madrid

Nadie discute el componente ambicioso de los representantes escogidos por un proceso electoral, independientemente de que haya o no candidatos alternativos, y de que voten 50 o 3.000 electores. La ambición personal es legítima cuando se pone el servicio de los profesionales que te han escogido. Pero esa ambición no puede justificar no dar un paso al frente en apoyo del interés general de la Farmacia. En otras palabras: el COFM ha hecho frente a una soledad sospechosa de ser deliberada, en su defensa de la actuación del profesional de la farmacia y de la Atención Farmacéutica (AF). Si tan relevante es la AF para algunas instituciones, no sólo debe ser apoyada en despachos y reuniones científicas, sino en la calle y en el debate de propuestas legislativas. Sí, resulta demoledoramente notoria la ausencia de apoyo desde algunas instituciones farmacéuticas al Colegio de Farmacéuticos de Madrid, y a su presidente, Luis González. Pero no estamos hablando de las filias y fobias que pueden generarse en el mundo sanitario, que se acrecientan en función del personaje que las promueve. No hablamos de estar más o menos de acuerdo con una regulación o con quién debe asumir un determinado rol, si la profesión o la patronal de farmacia (debate eterno, por otro lado). No hablamos de asuntos que podríamos calificar de normales. Nada de esto: No cerrar filas por los farmacéuticos y farmacéuticas de Madrid, alrededor de su Colegio, es un abandono de la profesión que no tiene excusa ni justificación. Las instituciones que han incurrido en semejante dejación deberían corregir su actuación o enfrentarse a sus consecuencias. Una intensa labor diplomática, que no impide responder a los ataques a la profesión, ha permitido un acercamiento enfermería-farmacia para ofrecer a los parlamentarios de Madrid un consenso. ¿Es que Madrid no es parte de la responsabilidad nacional de la profesión? Quizás a alguien le preocupaba lo que sería otro hito histórico de la profesión: actualizar una ley de 20 años. El primer hito fue un acuerdo profesional entre enfermería y farmacia, que facilitaron tanto el Colegio de Enfermería de Madrid como el Consejo General de Enfermería. Por la farmacia, sólo el COFM, una soledad acompañada de miles de profesionales detrás. No necesitan más.