E.M.C./S.P. Madrid | viernes, 07 de diciembre de 2018 h |

En los últimos tiempos, los especialistas en endocrinología y nutrición están observando niveles descendidos de vitamina D. El debate actual en la comunidad científica sobre este asunto, tal y como explica a GM Irene Bretón, presidenta de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, pasa por determinar cuándo es preciso evaluar los niveles de esta vitamina y en qué situaciones es preciso proporcionar suplementación al paciente.

Bretón recuerda que los niveles descendidos de vitamina D se relacionan con enfermedades metabólicas, como obesidad, diabetes o enfermedad cardiovascular, así como con enfermedades inmunológicas e incluso cáncer.

Horas de sol

A primera vista, puede resultar paradójico en un país como el nuestro, que cuenta con más horas de sol que otras localizaciones geográficas. Sin embargo, Antonia García Martín, coordinadora del Grupo de Metabolismo Mineral de la SEEN, matiza que la mayor parte de España está por encima del paralelo 35º, donde la posibilidad de sintetizar vitamina D es escasa en invierno y primavera.

Al mismo tiempo, sugiere, las altas temperaturas del verano en determinadas zonas impiden que una parte de la población especialmente vulnerable, como es el caso de los ancianos, reúna suficientes horas de exposición.

Por su parte, Irene Bretón recuerda que, además, el estilo de vida actual no pasa por realizar suficiente actividad física al aire libre. La especialista también recuerda que hay otros factores como la propia obesidad que se asocian a niveles descendidos de vitamina D. Es importante tener en cuenta —añade— que estos niveles reducidos pueden ser un marcador, aunque no reflejen claramente una deficiencia.

Las recomendaciones de la sociedad científica están reunidas en un documento presentado recientemente. En primer lugar, abogan por no medir los niveles de esta vitamina en población que no presente factores de riesgo. En menores de 70 años la recomendación es una ingesta diaria de 600 unidades internacionales y de 800 UI por encima de esta edad, mediante alimentos ricos o enriquecidos en vitamina D.

Por otra parte, aseguran que no existen datos para recomendar la suplementación sistemática con preparados en adultos menores de 50 años, mientras en mayores de esta edad se recomiendan suplementos de vitamina D de al menos 800 unidades al día, junto a una adecuada ingesta de calcio, para mejorar la salud ósea y reducir el riesgo de fracturas.

Para finalizar, desde la SEEN remarcan que no existe evidencia suficiente que avale el uso de suplementos de vitamina D con el fin de obtener beneficios extraóseos.