XXVI Congreso Nacional SEMG

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Esther Martín del Campo Enviada especial a Santiago de Compostela | viernes, 17 de mayo de 2019 h |

La tecnología ha transformado el día a día de las consultas de atención primaria, pero no solo en lo que respecta al uso de herramientas para el diagnóstico, que tradicionalmente ha ocupado buena parte de la formación en los congresos científicos. Esta vez, el XXVI Congreso Nacional de Medicina General y de Familia, que la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) celebra del 16 al 18 de mayo en Santiago de Compostela, ha puesto el foco en el peligro de los bulos relacionados con la salud, que campan a sus anchas en las redes sociales, y también en las nuevas adicciones sin sustancia, entre otras, a la tecnología o al juego on line.

Durante la primera jornada del congreso se presentó la primera Guía contra los bulos en atención primaria, editada por la sociedad científica en colaboración con Salud sin Bulos. El documento recoge un conjunto de recomendaciones para que los médicos puedan desmontar estas informaciones falsas y orientar de manera adecuada a sus pacientes entre otros puntos, a través de la prescripción de páginas webs fiables.

El presidente de SEMG, Antonio Fernández-Pro, recordó que “en muchas ocasiones, la población se guía por informaciones sesgadas y peligrosas” y destacó que cualquier información que tenga que ver con la salud debe pasar un “tamiz de rigor”. “El doctor Google está en la consulta cada día —remarcó— Hay que aprender a convivir con ello e implementar coherencia en nuestros pacientes”. De hecho, recordó que el paciente “lee esta información, pero no interpreta y es aquí donde la labor del médico de primaria es muy importante”.

Por su parte, Carlos Mateos, responsable de #SaludsinBulos, destacó que es básico contar con herramientas tecnológicas para combatir la desinformación. La guía parte de un análisis de la experiencia en este terreno de los propios médicos de familia, con las respuestas a un cuestionario de casi 800 médicos del primer nivel.

Según la experiencia de los participantes, los bulos sobre alimentación, vacunación y homeopatía son los más habituales, seguidos por los relacionados con el cáncer y a cierta distancia sexualidad, salud mental y dolor.

Internet y las redes sociales son los cauces por los que suelen llegar a sus pacientes, a gran distancia de los medios de comunicación y de otros profesionales sanitarios.

Cuando un paciente acude a la consulta con uno de estos mensajes, los facultativos tratan de desmontarlo con argumentos científicos, principalmente, y recomiendan en buena medida que visiten páginas webs acreditadas. Solo una pequeña parte de los facultativos anima a sus pacientes a denunciarlo a las autoridades.

Por otra parte, los congresistas de este año también han podido actualizar sus conocimientos en nuevas adicciones. Junto a las producidas por nuevas sustancias, han surgido nuevas formas de adicciones, por ejemplo al juego patológico o a las redes sociales, que destruyen el entorno personal y familiar.

Lorenzo Armenteros y Mariana Antelos, del Grupo de Salud Mental de SEMG, participaron en una mesa de actualización sobre estos temas. La proliferación de casas de juego en las ciudades y la abundante publicidad de aplicaciones de juego on line comienzan a pasar factura.

Los médicos de primaria aseguran que los adolescentes constituyen una población especialmente frágil. “Vemos como hay ya un porcentaje de adolescentes, a edades muy tempranas, que se introducen en el juego a través de las apuestas y parte de ellos presentan un patrón de patología”, indicaron.

Según datos de la Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES). El 6,4 por ciento jugaron dinero on line, más del 13 por ciento hicieron apuestas presenciales y el 12,3 por ciento de los adolescentes cumplen criterios de juego patológico, según estimaciones de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

“Las adicciones al juego patológico tienen un patrón de uso que se sale de lo normal, hay comportamientos que no son los habituales. Pueden pasar horas encerrados en la habitación sin que nadie sepa qué hacen”, advirtió el especialista. Frente a la ludopatía clásica, la ausencia de dinero en metálico complica que el afectado pueda visualizar su situación.

“El reconocimiento es muy difícil y hay otro problema. Una frase muy común es que creen que lo pueden dejar en cualquier momento. Creen que tienen la vía de salida, pero nunca la encuentran”, coincidieron ambos.

Mariana Antelos remarcó que al tratarse de nuevas adicciones, los tratamientos no están todavía muy establecidos y se han iniciado diferentes vías de actuación, así como que estos problemas exigen la intervención de unidades especiales de psicólogos y psiquiatras. “El papel de la atención primaria en este tipo de situaciones es, fundamentalmente, saber detectarlo y dar continuidad a los tratamientos”, concluyó.