GM Madrid | martes, 05 de noviembre de 2019 h |

En el Día Internacional del Cuidador, que se celebra el 5 de noviembre, y con el objetivo de concienciar a la sociedad del papel tan importante que juegan quienes atienden de manera no profesional a una persona dependiente, la compañía Merck ha dado a conocer los resultados de la tercera Encuesta Merck sobre la situación de los cuidadores no profesionales en la sociedad española.

Esta encuesta ha sido realizada en el marco del programa internacional Embracing Carers de Merck, que se lleva a cabo desde 2017 en colaboración con las principales organizaciones de cuidadores de todo el mundo. Según Ana Polanco, directora de Corporate Affairs de Merck en España, “el objetivo de esta iniciativa es hacer visible la importante labor que realizan los cuidadores, engranaje clave de la atención al paciente. Para Merck es vital que se conozca mejor la realidad de estas personas, que no son trabajadores profesionales y anteponen la atención del dependiente a su propia salud”.

El cuidador/a no profesional es una figura de gran relevancia y, en España, hay 2,3 millones de personas dependientes, atendidas en su mayoría (80 por ciento) por cuidadores no profesionales. Tras encuestar a 506 cuidadores no profesionales residentes en España, se ha concluido que la asunción de este rol tiene un impacto negativo en la salud y bienestar de este colectivo. El 78 por ciento suele sentirse cansado la mayor parte del tiempo, sufre episodios de insomnio (76 por ciento), ansiedad (68 por ciento) o depresión (55 por ciento). En este sentido, el 74 por ciento de los cuidadores no profesionales asegura haber visto perjudicada su salud física, ya que no dispone de tiempo para practicar deporte (73 por ciento), ha sufrido cambios de peso (68 por ciento), ha descuidado su higiene personal (47 por ciento) y, en algunos casos, necesita beber o fumar cada día (35 por ciento).

El 57 por ciento de los cuidadores no profesionales afirma que pone la salud de la persona que está cuidando por encima de la suya propia, ya que no suele tener tiempo para reservar o acudir a sus citas médicas (66 por ciento) o le preocupa pedir ayuda para tratar su propia salud (33 por ciento). De esta forma, solo el 70 por ciento del colectivo informa del nuevo rol a su médico de cabecera. En general, no se muestran satisfechos con el sistema de salud. El 55 por ciento siente que no reconoce su labor como cuidador, que no recibe el apoyo suficiente (38 por ciento) y, en caso de sentirse respaldado, la ayuda procede de amigos y familiares (34 por ciento).

En concreto, estas son las figuras sociales más conocedoras de la nueva condición (86 por ciento). Le siguen los vecinos y compañeros de trabajo (58 por ciento), profesionales de la salud (53 por ciento), familia extensa y amigos (41 por ciento) y contactos establecidos a través de redes sociales (21 por ciento).

Una de las grandes dificultades a las que se enfrenta este colectivo son los trámites administrativos, que han obligado al 42 por ciento a buscar el apoyo de familiares, profesionales y organizaciones. El 28 por ciento asegura haber tenido dificultades para resolver estos problemas para la persona a su cuidado, sin contar con ningún apoyo, y el 39 por ciento todavía está tratando de resolverlos. Solo el 25 por ciento afirma que no ha sido necesario realizar tales deberes para la persona a la que cuida.

Para afrontar y mejorar su situación, los cuidadores reclaman acceso a más recursos financieros (23 por ciento), el soporte de alguien que le ayude con sus responsabilidades (19 por ciento) y más tiempo libre en el día a día (18 por ciento). Además, demandan más formación sobre su papel de cuidador para aprender a mejorar su forma de ayudar (17 por ciento).

Además, conscientes de la realidad que viven los cuidadores no profesionales en España, Merck ha puesto en marcha una campaña en redes sociales para que puedan disponer de tiempo. Por cada tres tuis con el hashtag #Cuidadelosquecuidan Merck aportará a Supercuidadores el equivalente a una hora de trabajo para que un cuidador profesional sustituya a un cuidador no profesional y este último pueda disfrutar de tiempo libre. La campaña, que se llevará a cabo durante dos semanas, destinará una dotación de hasta un máximo de 300 horas para apoyar a este colectivo y mejorar su calidad de vida.