Sandra Pulido Madrid | viernes, 07 de diciembre de 2018 h |

El 15 de diciembre de 2017 nació en São Paulo (Brasil) el primer bebé tras un trasplante de útero de una donante fallecida. ‘The Lancet’ lo ha dado a conocer ahora y ha publicado todos los detalles de esta intervención que ya es considerada como un hito médico.

La paciente receptora, una mujer de 32 años con ausencia congénita de útero debido al síndrome de mayer-rokitansky-küster-hauser (MRKH), fue sometida en 2016 a un trasplante uterino en el Hospital das Clínicas de São Paulo. La donante, de 45 años, había fallecido a causa de un ictus y había tenido tres partos anteriormente.

Cuatro meses antes de la intervención, la receptora se había sometido a un ciclo de fertilización in vitro que produjo ocho blastocistos crioconservados.

Tras el trasplante, operación que duró más 10 horas, la paciente recibió inmunosupresores (prednisolona, timoglobulina, tacrolimus, micofenalato mofetilo y azatioprina) para evitar el rechazo.

El embrión se implantó a los siete meses de la intervención tras comprobar que no hubo anomalías y que la paciente tenía menstruaciones regulares. Durante el embarazo no hubo ninguna alteración de crecimiento fetal ni episodios de rechazo.

En la semana 36 de gestación se programó una cesárea y nació una niña con 2.550 gramos de peso, 45 cm. de longitud y completamente sana. En el mismo procedimiento quirúrgico se extirpó el útero y se retiró la medicación inmunosupresora. A los siete meses del parto tanto la madre como el bebé continuaban con un estado saludable y sin ninguna alteración.

Para los investigadores esta intervención supone un avance en el tratamiento de la infertilidad uterina mediante el trasplante de un donante fallecido sin necesidad de donantes vivos o cirugía de donantes vivos.

Este éxito se produce después de que 10 casos, previamente conocidos, de trasplantes de útero de donantes fallecidas en los Estados Unidos, la República Checa y Turquía no acabaran con un nacimiento vivo.

Hasta ahora solo se había conseguido con donantes vivos. El primer bebé nacido después de un trasplante de útero con un donante vivo fue en Suecia en 2013. De momento, los científicos han informado un total de 39 procedimientos de este tipo, lo que ha dado como resultado 11 nacidos vivos.

La visión de la ONT

En España nunca se ha realizado un procedimiento similar, tal y como ha confirmado la Organización Mundial de Trasplantes (ONT) que se ha mostrado en contra ante los “enormes cuestionamientos éticos y riesgos” que implica esta técnica tanto para la receptora como para su bebé. Según ha declarado a Europa Press, la directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, pese ese a que lo considera “un importante avance desde el punto de vista técnico”, valora más sus “enormes cuestionamientos éticos”. Domínguez-Gil argumenta que “no es una intervención que salve la vida, es cuestionable si mejora la calidad de vida y, además, su probabilidad de éxito es reducida”. “Está destinado a que culmine con éxito el deseo de ser madre, lo cual es loable y respetable, pero para culminar ese anhelo se exponen a dos intervenciones quirúrgicas y a una inmunosupresión que la madre, por su estado de salud, no necesitaría”, justifica. Asimismo, recuerda que el feto “nace expuesto a los efectos de los fármacos”.