Juan Pablo Ramírez Madrid | viernes, 11 de noviembre de 2016 h |

La calidad se ha convertido en una de las principales líneas estratégicas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Su presidente, Andrés Íñiguez, destaca en una entrevista a GM los trabajos que se están realizando para reducir la variabilidad en la práctica clínica, todo ello en un contexto marcado por el nombramiento de la nueva ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, hace apenas una semana.

Pregunta. ¿Qué le ha parecido el nombramiento de Dolors Montserrat como ministra de Sanidad?

Respuesta. Era un nombramiento deseado desde hace mucho meses. Esperamos que aporte la solución a muchos de los problemas sanitarios de este país. Nos preocupa que se mejore la asistencia sanitaria a los pacientes con enfermedades cardiovasculares, pero también la interinidad de los profesionales, la dedicación de fondos para la investigación y la financiación de la sanidad. Nos gustaría que se tuviera en cuenta la opinión de los profesionales en la toma de decisiones.

P. Han pasado cinco años desde la puesta en marcha del estudio Recalcar, ¿qué beneficios ha aportado la medición de resultados?

R. Es una de las principales líneas estratégicas de la sociedad. El estudio Recalcar aúna dos vertientes. Por un lado, la encuesta anual de recursos, de actuación y de dotación de los servicios de Cardiología; y, por otro, el análisis de los procesos que están codificados en el Ministerio de Sanidad. Casar estas dos informaciones nos ha permitido poner de manifiesto que hay ámbitos francamente mejorables en el tratamiento del infarto agudo de miocardio. Se han establecido políticas en todas las comunidades que han ayudado a mejorar la atención y a disminuir la mortalidad. Y eso lo hemos observado también en el segundo proceso que afecta a la enfermedad cardiovascular como es el de la insuficiencia cardiaca, donde existen verdaderas variabilidades.

P. Otro de los aspectos en los que se puede mejorar es la anticoagulación.

R. Se trata de fármacos nuevos que han demostrado ser más eficaces y efectivos que la anticoagulación clásica vía oral con dicumarínicos. Pero desgraciadamente se ha optado por una regulación basada en los informes de posicionamiento terapéutico que establecen unas indicaciones en parte lógicas, pero muy asimétricas entre las comunidades. No se puede establecer indicaciones de posicionamiento en función de criterios económicos, sino por criterios científicos. No debe haber diferentes barreras a estos fármacos en unas comunidades frente a otras y que en unas el uso de estos medicamentos esté en el 15 por ciento y en otras en el 30 por ciento.

P. ¿Qué papel juega la hipercolesterolemia en la génesis de la enfermedad ateroesclerótica y cuáles son las principales implicaciones clínicas?

R. El problema no es que seamos conscientes de que tiene un papel fundamental en la génesis de la ateroesclerosis, sino que detectemos a los pacientes, que los tratemos y que además estén controlados. Se calcula que suponen entre un 25 y un 30 por ciento de la población, pero de estos no está tratado más que el 60 o el 70 por ciento. Y solo está controlado entre el 30 y el 40 por ciento. Hay que introducir un elemento no sólo de información a la sociedad civil, sino también de formación de los profesionales.

P. Las guías europeas de hipercolesterolemia recomiendan que el colesterol LDL de los pacientes de muy alto riesgo no supere los 70 miligramos por decilitro. Sin embargo, este criterio lo cumplen menos del 30 por ciento de los pacientes, ¿qué se puede hacer para mejorar esta cifra?

R. Desde mi punto de vista dos. La primera, incidir en la sensibilización, en la información de hábitos cardiosaludables y en criterios de control de la enfermedad hacia el ciudadano para que ejerza el papel que debe realizar en su autocuidado. Segundo, promover que desde la atención primaria y hospitalaria se fomente la continuidad asistencial para asegurarse de que el paciente está controlado y que el tratamiento es efectivo.

P. Existe una controversia en relación a la ablación como primera línea terapéutica para el tratamiento de la fibrilación auricular, ¿cuál es la posición de la SEC?

R. La SEC mantiene la posición expuesta en las guías clínicas de fibrilación auricular de la Sociedad Europea de Cardiología y hacemos una adaptación a nuestro medio. No se pueden dar reglas globales sobre la primera línea de tratamiento. En unos casos será el farmacológico y en otros la ablación de la fibrilación. Depende del estado sintomático o de la edad.

P. Ha hablado de la calidad, ¿cuál es la estrategia de la SEC al respecto?

R. Cuando llegué a la presidencia de la SEC hace un año, una de las líneas estratégicas que la ejecutiva se planteó fue la promoción de la calidad asistencial. Ya hemos hablado de Recalcar. Existen dos proyectos más. El primero es SEC Excelente, que persigue protocolizar los principales procesos y técnicas en enfermedades cardiovasculares, generar el conocimiento sobre el manejo de esos procesos para reducir la variabilidad en la práctica clínica y establecer unos indicadores de resultados. El objetivo es darle a los profesionales y servicios el sello moral de calidad de la SEC. El tercer proyecto es SEC Primaria. Pretendemos que un paciente que recibe el alta y vaya a su centro de AP encuentre una continuidad entre niveles de cuidados. Se está trabajando también en otra pata que es dar información reglada en el ámbito cardiovascular a la asistencia primaria y mejorar la comunicación entre niveles.

P. Los Premios Best in Class (BiC) han hecho una apuesta por la transparencia, con la apertura a partir al año que viene de los cuestionarios, ¿cómo puede alentar esta decisión a los servicios de Cardiología de todo el país?

R. Los Premios BiC son una magnífica iniciativa porque ponen de manifiesto aquellos servicios que están embarcados en una mejora de la calidad y de la asistencia. Pero lo que se valora en un momento determinado probablemente haya que actualizarlo. Los cuestionarios que se utilizan para valorar la excelencia deben ser validados de acuerdo a estándares de calidad definidos por las propias sociedades científicas. Una vez diseñados, deben ser públicos y transparentes y ofertarlos a todos los servicios de Cardiología para que sepan por qué se les va a medir. Deben servir como herramientas de mejora.

LAS FRASES

No se pueden establecer indicaciones de posicionamiento por criterios económicos”

Los Premios BiC ponen de manifiesto qué servicios están embarcados en la mejora de la calidad”