J. P. Ramírez / J.R.Tagle

Madrid

| viernes, 12 de enero de 2018 h |

El presidente de la Asociación de Economía de la Salud (AES), Eduardo Sánchez -Iriso, ha puesto el foco en la formación de nuevos economistas de la salud para este año. Este reto se une a otros sobre los que ya había comenzado a trabajar la asociación como la promoción de acciones que incidan en la toma de decisiones basadas en la evidencia científica, el buen gobierno en sanidad y la transparencia desde las administraciones públicas.

Pregunta. ¿Se ha aprovechado la crisis económica para tomar decisiones basadas en la evidencia científica? ¿Se han conseguido eliminar bolsas de ineficiencia?

Respuesta. En gestión hospitalaria, ha habido una señal de que no se podía comprar cualquier tecnología y a cualquier precio porque una persona del servicio lo reclamen. En cuestión de medicamentos se favorecieron genéricos y biosimilares porque la eficacia es similar y el coste es menor. Hubo una apuesta por esto. No sé si la tendencia ha cambiado lo suficiente pero se han producido actuaciones frente a las bolsas de ineficiencia. Pero no se ha introducido la evidencia científica en la toma de decisiones.

P. AES viene advirtiendo sobre la necesidad de más transparencia, ¿qué hace falta?

R. Lo que falta esencialmente es que se hagan transparentes los informes de evaluación económica y de impacto presupuestario, que se emplean como información para establecer el precio. Los IPT sí que se hacen públicos. Esto no debería condicionar tanto el precio del medicamento, solo refleja que ese medicamento es bueno para la sociedad y que el impacto presupuestario no va a trastocar las cuentas. Faltan esos dos pilares. Donde se ha producido un incremento de transparencia es en el tipo de procedimiento de la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos, pero no es esto lo que se está pidiendo. La eficacia y la seguridad ya vienen en el IPT, pero faltan la evaluación económica y el impacto.

P. ¿Y esto depende del Ministerio de Sanidad?

R. El Ministerio afirma que lo está pidiendo a las empresas cada vez que solicitan la aprobación del precio de un medicamento. La transparencia, según Sanidad, depende del visto bueno de la industria y la industria suele decir que no tiene ningún problema. Es la pescadilla que se muerde la cola. Hace tres años lo veíamos complicado y ahora se empieza a ver un poco de claridad al final del túnel. Parece que se va en esa línea y empezamos a copiar a los 21 países europeos que ya lo hacen en la toma de decisiones.

P. ¿En qué hemos evolucionado en evaluación económica?

R. A base de insistir y de que aparezca en diferentes reales decretos y en informes del Ministerio como el de vacunas, se va generando un cambio de actitud. Está en el papel, pero falta que se lleve a cabo.

P. Los documentos enviados a Bruselas muestran un gasto sanitario del 5,8 por ciento del PIB pero Montoro hablaba el otro día de que estamos en un siete por ciento. Hay un déficit de un punto. ¿Se van a producir nuevos recortes para cumplir con Europa?

R. Existen aún bolsas de ineficiencia en el sistema, pero mucho me temo que si hay que llevar a cabo un ajuste no va a ir dirigido a estas bolsas de ineficiencia. Porque para encontrar esas bolsas, algunas están localizadas, pero dudo que se focalice en estas bolsas un posible recorte. También es verdad que no habría que justificar un recorte en el gasto sanitario.

P. Es verdad que se ha reducido el peso de la sanidad en el PIB pero el gasto sanitario ha crecido, ¿se puede hablar de recortes?

R. Cambia el denominador. Se espera que el PIB se incremente. El porcentaje en el PIB cambia pero, sin embargo, la tendencia es al alza. Pierde la sanidad peso en función de otras áreas. Hay una sensación de que no se han ajustado a la realidad. Eran más pesimistas de lo que realmente eran por una cuestión de contención de gastos en administraciones que no son centrales.

P. El documento sobre financiación de las comunidades autónomas incluía un copago a la carta para las comunidades autónomas, ¿qué opinión le merece?

R. El documento no lo he trabajado y no tenemos una posición definida. Esto del copago a la carta puede repercutir en un incremento de las desigualdades de los servicios sanitarios de las comunidades autónomas. También es verdad es que las posibilidades de actuación de las comunidades autónomas son muy escasas.

P. ¿Qué opina de la posibilidad de crear fondos estatales específicos para la financiación de la innovación?

R. Siempre he sido contrario a fondos específicos. El reparto debe ser capitativo ajustado por determinadas características, pero el retraer fondos para unas determinadas cosas concretas suele acarrear diferencias de posición y de financiación. En teoría repercutiría en incremento desigualdades de poder de negociación.

P. ¿Sería un error recuperar el fondo de cohesión?

R. Personalmente hablando creo que no deberíamos entrar ahí.

P. ¿Qué retos se plantea como presidente de AES?

R. Solo voy a ser presidente un año y mis retos están muy concentrados, pero si algo me puedo echar a las espaldas es el éxito o el fracaso de atraer masa crítica nueva a las jornadas y en consecuencia a la asociación, con un mayor interés en los jóvenes que están iniciando la carrera investigadora y que se integrarían en Aesec. Se trata de hacer un mapa real de lo que es la formación de economía de la salud en España. Estamos yendo a todas las comunidades y viendo cuáles son los cursos para a través de esto tratar de facilitar que la gente pueda conocernos a través de cursos de postgrado, de grado, de nuestros socios que participen en másteres. La tasa de los que se mantienen y repiten es altísima. Tratar también de darle forma a ese grupo de interés que es Gestión AES y mantenimiento de lo que estamos haciendo en otros grupos de interés como Evaluación Económica y Evaluaes.

LAS FRASES

El copago a la carta puede repercutir en un incremento de las desigualdades de los servicios sanitarios”

Personalmente siempre he sido contrario a fondos específicos. El reparto debe ser capitativo”