E.M.C. Madrid | viernes, 14 de julio de 2017 h |

En apenas dos centímetros de agua, un bebé puede ahogarse en menos de dos minutos. Son datos que no pierde de vista la Asociación Española de Pediatría, que alerta de la necesidad de vigilar a los menores en todo momento mientras estén en el agua o jugando cerca de ella, así como de vaciar cualquier recipiente con agua después de su uso.

Estas recomendaciones se incluyen dentro de los especiales informativos que la asociación publica en su página web con contenidos desarrollados pensando en los pacientes, enfamilia.aeped.es.

La asociación de pediatras recuerda que según los datos del Instituto Nacional de Estadística, los ahogamientos suponen nada menos que el 13 por ciento de las principales causas de mortalidad infantil por lesiones en niños de entre 0 y 14 años, y es la segunda causa de mortalidad por accidente después de los siniestros de tráfico. Cifras que no se han de pasar por alto teniendo en cuenta que en la actualidad, el contacto con este medio se realiza de manera cada vez más precoz.

Vallar el perímetro

Tal y como subraya la AEP, este tipo de accidentes en menores de cinco años se producen sobre todo en piscinas particulares o de comunidades privadas. De ahí que la asociación recuerde la efectividad de medidas como vallar el perímetro completo de la piscina, que puede reducir en un 95 por ciento las muertes por ahogamiento en esta franja de edad.

Además, no está demás que el profesional traslade a los padres o responsables la idea que es crucial que cuando los niños pequeños estén dentro o en los alrededores del agua, estén al alcance de la mano y supervisados por un adulto.

Otra medida preventiva que recuerdan desde la asociación de pediatras es iniciar las clases de natación de manera precoz. La AEP remarca que hay estudios que reflejan quecomenzar este aprendizaje entre el primer y el cuarto año de vida disminuye la tasa de ahogamientos, aunque matizan que estas clases en aquellos niños que no hayan adquirido aún habilidades completas no evitan este tipo de accidentes ni proporcionan una protección completa, de manera que abogan por la supervisión continua.

Otro punto clave es la protección con chalecos salvavidas de los niños. Flotadores hinchables o manguitos, advierten, dan una falsa sensación de seguridad y no resultan suficientemente seguros, tal y como constata la publicación de la AEP.

En la misma línea, proponen el adiestramiento de los ciudadanos en maniobras de Reanimación Cardiovaspulmonar (RCP) de manera general, para poder dar una respuesta lo más rápida posible si se produce algún percance.

Adolescentes

Por otra parte, los pediatras recuerdan que en la edad adolescente este tipo de accidentes tienen lugar principalmente en lagos, ríos, canales o en el mar. Subrayan, además, que el 25 por ciento de los adolescentes fallecidos por esta causa en España había consumido alcohol.

Los pediatras llaman la atención sobre otro hecho, y es que los saltos de cabeza en zonas con escasa profundidad causan más del 70 por ciento de las lesiones medulares relacionadas con actividades deportivas y de ocio, e insisten en que un número elevado de ahogamientos se producen como resultado de lesiones ocasionadas por este tipo de prácticas.